Caracolas saladas de tomates secos y queso (taller de pan casero con Webos fritos)

jueves, 27 de febrero de 2014


Hace un par de semanas se pusieron en contacto conmigo de la agencia de comunicación de Miele para invitarme a un taller de pan casero impartido por Su, de Webos Fritos, en el nuevo centro que Miele ha abierto en Alcobendas (por cierto, increíble las instalaciones que tienen los chicos de Miele! Yo de mayor quiero tener una cocina por lo menos una cuarta parte así de bonita y funcional! Claro que para eso tendría que tirar absolutamente todos los tabiques de mi casa y hacerlo todo cocina...)

Sigo el blog de Su hace un montón, de hecho creo que fue uno de los primeros blogs que comencé a seguir, así que por supuesto acepté la invitación al segundo siguiente de haberla recibido.


El taller fue el sábado pasado, y a el estaban también invitados blogueros veteranos a los que admiro muchísimo, y entre lo cuales me sentía como un poco "madre mía, qué hago yo aquí": Carlos Noceda, de A ver qué cocinamos hoy, Paco de Lazy blog, Rosa Ardá y Javier, de Velocidad Cuchara, Alfonso de Recetas de Rechupete, Marta de Deliciosa Miranda, Pepa y Gustavo, de Pepa Cooks, Bea de 2 mandarinas en mi cocina, Yolanda de Cocido de Sopa y Carmen de Yerbabuena en la cocina. Menudo cartel! Todo ello dirigido por la incombustible Su, Jesús el sr. Webos y por don Felipe, tío de Su, que tras su jubilación acompaña para hacer de pinche.

Foto de Webos Fritos

Os podéis imaginar lo bien que me lo pasé. Todo lo que diga es poco, creo que en pocos cursos a los que he asistido me lo he pasado tan bien y he salido con tantas ganas de liarme a hacer lo que acababa de aprender. Y a ello hay que sumarle que cuando terminó el curso nos zampamos el total de la producción del día (acompañado con un montón de comida que tuvieron la generosidad de sacarnos y que mi estómago vacío agradeció profundamente). Por lo que cuando llegué a casa con las manos vacías, mi familia, que me esperaba con los brazos abiertos y hambre de pan, me miraron decepcionados.


Así que no me quedó más remedio que hacer en casa algo para que mi familia pudiera probarlo, y que así se creyeran que efectivamente no había ido al curso sólo a comerme todo el resultado...


De todas las recetas geniales que Su nos enseñó, decidí preparar estas caracolas saladas, porque me parecieron sencillas y muy divertidas de preparar, y además están buenísimas. No llevan ni masa madre, ni prefermento, se pueden hacer en una mañana sin ninguna planificación especial, más que haberse acordado la noche anterior de dejar hidratando los tomates secos.




Caracolas saladas de tomates secos y queso

(Receta del libro Pan con Webos Fritos. Para 12 unidades)


Ingredientes:


  • 350 gr. de harina de fuerza
  • 190 ml. de leche templada (no desnatada)
  • 1 huevo M
  • 80 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 cucharadita de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 pizca de orégano
  • 2 cucharadas soperas de queso rallado
  • Unos tomates secos (yo usé la mitad de la bolsa, unos 40 gr.) hidratados desde la noche anterior, limpios de piel y en trozos pequeños
  • 8 gr. de levadura fresca
  • Para pincelar, una yema de huevo y una cucharada de manteca de cerdo ibérico derretida.


Preparación:


  1. Mezclamos todos los ingredientes (en amasadora, un par de minutos a velocidad baja; en Thermomix, dos minutos, velocidad espiga). Terminamos amasando un poco más a mano. Formamos una bola y la ponemos dentro de un bol aceitado. Tapamos con un film transparente, también aceitado y que toque la masa (para que no se reseque la superficie). Dejamos reposar 30 minutos a temperatura ambiente. (Si en vuestra casa hace mucho frío o hay corrientes, podéis poner el bol, por ejemplo, dentro del microondas apagado).
  2. Transcurrido el tiempo, dividimos la masa en porciones de aproximadamente 60 gr. cada una. Formamos bolas con ellas (A). La masa resultante es bastante pegajosa. Para trabajarla un poco más fácilmente, podemos engrasarnos las manos con un poco de aceite (no añadirle más harina a la masa!).
  3. Con un rodillo, aplanamos cada bola de manera que quede con una forma parecida a un rombo (más o menos). (B). Pincelamos con un poco de manteca derretida (C)
  4. Con un cortapastas o una rueda cortapizzas hacemos unas incisiones de arriba a abajo, separadas entre sí aproximadamente un centrímetro, sin llegar a cortar los bordes (D)
  5. Vamos enrollando en diagonal, ayudándonos para ello, si nos resulta más fácil, con una espátula (E)
  6. Volvemos a enrollar el rulo formando la caracola (F). Ponemos las piezas en una bandeja de horno, sobre papel de hornear, separadas entre sí porque crecen en el horneado
  7. Cubrimos con un trapo seco y limpio y dejamos reposar unos 20 minutos.
  8. Precalentamos el horno a 200º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  9. Pincelamos las caracolas con la yema de huevo batida.
  10. Horneamos a 200º los primeros cinco minutos, luego bajamos la temperatura a 180º y horneamos unos 18 minutos más (yo necesité 30 minutos más, a los 18 la masa aún estaba poco hecha y apenas se habían dorado)
  11. Cuando estén hechas, sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.

Parece laborioso, pero en cuanto le coges el truco se hace más fácil. Lógicamente, las primeras quedarán algo más feas, pero a medida que repites el proceso, al final se consiguen unas caracolas mejores.

Estas caracolas están deliciosas para comer el mismo día en que se hacen. Para el día siguiente se quedan un poco menos tiernas, aunque de sabor siguen estando igual de buenas. Si tenéis invitados para cenar, podéis prepararlas por la mañana y vais a quedar genial en la cena, acompañadas de queso, embutido o foie.


Espero que os gusten y que os animéis a prepararlas. Contadme qué tal!

Besos!
Montes

Pudding de pan y mantequilla

martes, 25 de febrero de 2014



Whole Kitchen en su propuesta dulce para el mes de febrero nos invita a preparar un clásico de la cocina británica: pudding de pan y mantequilla.



El budín de pan y mantequilla o bread and butter pudding es uno de los postres más populares de la cocina británica. Se originó en el siglo XVII derivado de otro postre clásico inglés: el bread pudding, este último considerado una versión de lujo para las grandes ocasiones.

Este budín consiste en hornear una mezcla de pan con mantequilla y pasas o cualquier otro tipo de fruta deshidratada y luego bañarlo en huevos, leche y un poco de vainilla. Se consideraba un postre de gente sin recursos, ya que se hacía para aprovechar el pan que ya estaba duro. A medida que la clase media tuvo acceso a ingredientes como los huevos, la leche, las pasas o el azúcar este pudín se hizo más sofisticado, convirtiéndose en la receta actual.


No se puede decir que sea precisamente un postre ligero. El pan, la mantequilla, la nata, la mermelada... Todos estos ingredientes hacen de este pudding un bocado contundente. Aún más si incluimos pasas, o frutos secos como nueces, almendras...

Muchas veces también se acompaña con natillas o crema inglesa, pero la verdad es que este postre es ya de por sí lo suficientemente jugoso, por lo que se puede comer solo perfectamente. De hecho, en esta ocasión, a pesar de que he seguido las instrucciones de la receta e incluso he alargado los tiempos de horneado, no he conseguido que cuajara del todo, quedándome con una textura algo líquida. La verdad es que tengo un problema con flanes y demás postres cuajados, nunca consigo que me queden al punto. Y éste no iba a ser una excepción... No sé si será un problema de mi horno o es simplemente que no son mi punto fuerte!



Pudding de pan y mantequilla

(Receta adaptada de Jamie Oliver)


Ingredientes:



  • 100 gr. de mantequilla blanda
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 1 pizca de nuez moscada
  • Ralladura de una naranja
  • 8 rebanadas de pan
  • 1 huevo + 8 yemas 
  • 140 gr. de azúcar
  • 500 ml. de leche
  • 565 ml. de nata
  • 1 vaina de vainilla o una cucharadita de pasta de vainilla
  • 4 cucharadas de mermelada (yo he utilizado de albaricoque, pero podéis usar la que prefiráis o tengáis en casa).

Preparación:



  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador
  2. Mezclamos la mantequilla blanda con la canela, la nuez moscada y la ralladura de naranja. Cuando esté bien mezclada, la untamos en las rebanadas de pan, por ambas caras.
  3. Colocamos las rebanadas de pan en una bandeja para horno, un poco profunda.
  4. Ponemos en un cazo la nata, la leche y la vainilla, y calentamos, removiendo, hasta que hierva. Reservamos.
  5. Batimos el huevo y las restantes yemas con el azúcar. Mezclamos con la leche, removemos bien para que se mezcle correctamente, y vertemos con cuidado sobre las rebanadas de pan. Dejamos que se empapen bien unos diez minutos.
  6. Metemos al horno al baño maría durante 45 minutos.
  7. Calentamos unos segundos la mermelada en el microondas para conseguir que esté más líquida. Sacamos la bandeja del horno y pincelamos con la mermelada la superficie del pudding. Volvemos a meter al horno durante 10 minutos más (yo lo tuve otros 20 minutos y aún así me quedó un poco líquido: deberéis comprobarlo antes de sacarlo del todo)




Podemos modificar un poco la receta, añadiendo pasas o frutos secos entre el pan, antes de verter la leche y la nata, o también trozos de frutas frescas, como manzana o frutos rojos. Yo he utilizado rebanadas de pan de molde blanco sin corteza, pero podemos emplear rebanadas de pan normal del día anterior, pan integral, brioches, o incluso croissants.

Espero que os guste!
Montes


Financiers con lemon curd

jueves, 20 de febrero de 2014


Hace tiempo que quería preparar estos pastelitos. Los financiers son unos suaves bizcochitos de almendra, creados a finales del siglo XIX en la parisina pastelería de La Lasne, situada cerca de la Bolsa de Valores. Reciben su nombre de los financieros que acudían a dicha pastelería a tomar estos dulces, pues por su pequeño tamaño podían comerlos sin mancharse las manos.


Hay múltiples versiones de estos pastelitos de almendra. En esta ocasión, como me quedaba un poco del curd de lima que hice para la tarta de lima y oreo, decidí probar esta receta de Directo al Paladar.


Este domingo pasado hemos ido a comer a casa de mis suegros, y yo tenía encargado llevar el postre. Así que estos financiers me parecieron estupendos para llevar, pues son ligeros, no muy dulces, suaves y fáciles de preparar.


Y desde luego nos encantaron a todos, pues incluso después de una comida copiosa nadie pudo resistirse a acompañar el café con una de estas delicias.



Financiers con lemon curd

(Receta de Directo al Paladar. Para 12 unidades)


Ingredientes:


  • 6 claras de huevo
  • 185 gr. de mantequilla fundida
  • 120 gr. de almendra en polvo
  • 200 gr. de azúcar
  • 75 gr. de harina
  • Aproximadamente 80 gr. de lemon curd
  • Azúcar glas para espolvorear

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 200º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Engrasamos una bandeja para cupcakes o moldes de silicona.
  3. Derretimos la mantequilla en el microondas, con cuidado de que no hierva. Reservamos.
  4. Montamos las claras a punto de nieve. Cuando estén montadas, agregamos con cuidado los demás ingredientes menos el lemon curd (mantequilla fundida, almendra, azúcar y harina, previamente tamizada). Mezclamos cuidadosamente con ayuda de una espátula de goma hasta que esté todo integrado.
  5. Vertemos la mezcla en los moldes y horneamos durante 10 minutos. Pasado ese tiempo, sacamos la bandeja y ponemos una cucharada de lemon curd en el centro de cada financier. Volvemos a meter en el horno durante otros 10 minutos más.
  6. Transcurrido el tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar dentro del molde antes de desmoldarlos (si los intentamos sacar aún en caliente, se romperán). 
  7. Cuando estén ya templados, los desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  8. Antes de servir, espolvoreamos la superficie con azúcar glas.



La combinación de almendra y limón es deliciosa. Pero si no os gusta, o no tenéis lemon curd, podéis hacerlos también con mermerlada, crema pastelera o crema de chocolate. Con cualquiera de estas opciones seguro que también están buenísismos.

Espero que os gusten!
Montes

Mousse rápida de chocolate... y con agua!

lunes, 17 de febrero de 2014


Cuando hace ya un tiempo ví esta receta en el blog de mi querida Esmeralda, supe que tenía que hacerla sin falta. ¿Una mousse de chocolate en sólo cinco minutos? ¿Y con sólo dos ingredientes? ¿Agua y chocolate?


Pues sí, después de haberlo probado, os puedo confirmar que es posible. Y no sólo posible, sino que es muy fácil y el resultado es estupendo! Obviamente, para mi gusto no puede igualar a la mousse tradicional hecha con las claras montadas, y con leche y mantequilla. Pero su intenso sabor a chocolate y su textura suave la hacen ideal para preparar de forma rápida un postre estupendo y delicioso.


Además, el hecho de que esta mousse no lleve ni leche ni huevos, la hace perfecta para personas con intolerancia a la lactosa, o para veganos. Además, aunque yo le he puesto un poco de azúcar, éste se puede sustituir igualmente por edulcorante, con lo que tendríamos también una deliciosa mousse apta para diabéticos.


Algo importante para preparar esta mousse, es utilizar un chocolate de buena calidad, con un alto porcentaje de cacao. Yo he utilizado uno con un 74% de cacao. Eso, lógicamente, hace que el resultado tenga un sabor a chocolate bastante fuerte, por lo que es un postre sólo recomendado para los muy chocolateadictos, como yo. Si os gusta el chocolate más suave, es mejor que os decantéis por la versión tradicional, en la que se puede utilizar otros tipos de chocolate.



Mousse de chocolate con agua


Ingredientes:


  • 200 gr. de chocolate con mínimo 70% de cacao
  • 180 ml. de agua (menos dos cucharadas)
  • 2 cucharadas de licor de café
  • 2 cucharadas de azúcar


Preparación:

  1. En un bol de cristal grande ponemos muchos hielos, y encima ponemos otro bol. Reservamos.
  2. Ponemos todos los ingredientes de la mousse (chocolate, agua, licor y azúcar) en un cazo a fuego bajo, y calentamos, removiendo continuamente, hasta que esté totalmente derretido e integrado.
  3. Vertemos la mezcla en el bol sobre los hielos, y con la batidora de varillas comenzamos a batir a velocidad media, hasta que consigamos la textura que buscamos (cuanto más tiempo se bata más dura quedará). Es importante mantener la misma velocidad de batido todo el tiempo, para evitar que la mousse se vuelva arenosa.



El licor de café es totalmente opcional. Yo se lo he puesto porque potencia aún más el sabor del chocolate, pero podéis  no ponerlo sin problemas, en cuyo caso deberéis poner los 180 ml. de agua completos. O incluso podéis sustituirlo por otro tipo de licor, como Baileys, lichor de chocolate, whisky...

Igualmente, si os gusta algo más dulce, podéis añadir hasta dos cucharadas más de azúcar, sin que en total superen las cuatro cucharadas. 

Al tratarse básicamente de chocolate en su mayor proporción, esta mousse no necesita frío ni para cuajar ni para conservarse, y se mantendrá sin perder el volumen todo el tiempo sin problemas.

Os animo a prepararla y a contadme después qué os ha parecido. Espero que os guste!

Besos.
Montes

Mejillones con salsa Roquefort

jueves, 13 de febrero de 2014


Hace mucho tiempo, podría decirse que en otra vida, cuando mi santo y yo aún éramos novios, nos gustaba ir a cenar a un restaurante flamenco (de Flandes, no de la música) y solíamos pedir mejillones con salsa de queso. 


La verdad es que antes de esas visitas a dicho restaurante (que desgraciadamente cerró hace ya unos cuantos años) nunca se me hubiera ocurrido que la combinación mejillones - queso pudiera ser buena.


Pues no sólo está buena, sino que es deliciosa. Cuando hace poco más de un año estuve de visita en Flandes, me acordé de esos mejillones de mis años mozos cuando pude degustar la gran variedad de maneras de prepararlos que tienen allí. Y sin embargo, no sé si por el aura casi legendaria que suelen tener los buenos recuerdos, a pesar de que todos los que allí probé estaban buenísimos, ninguno podía superar a los sencillos mejillones con salsa de Roquefort.



Mejillones con salsa Roquefort


Ingredientes:


  • 1 kg. de mejillones, limpios y cocidos (para ello necesitaremos vino blanco).
  • 300 gr. de queso Roquefort (o cualquier otro queso azul)
  • 2 huevos
  • 400 ml. de nata para cocinar (18% M.G.)

Preparación (Thermomix)


  1. Limpiamos bien los mejillones, quitando todas las barbas e impurezas que pueda haber en la concha.
  2. Ponemos una sartén grande al fuego. Cuando esté caliente, ponemos los mejillones junto con un chorretón de vino blanco, y los tapamos. Cocemos a fuego fuerte. En cuanto se abran retiramos del fuego y reservamos. 
  3. Ponemos los ingredientes de la salsa (queso, huevos y nata) en el vaso de la Thermomix, y programamos 6 minutos, 90º, velocidad 3.
  4. Colocamos los mejillones en una fuente, y cuando la salsa esté lista, la vertemos por encima. Servir inmediatamente.

Preparación (Tradicional)


  1. Limpiamos bien los mejillones, quitando todas las barbas e impurezas que pueda haber en la concha.
  2. Ponemos una sartén grande al fuego. Cuando esté caliente, ponemos los mejillones junto con un chorretón de vino blanco, y los tapamos. Cocemos a fuego fuerte. En cuanto se abran retiramos del fuego y reservamos. 
  3. En un cazo ponemos todos los ingredientes de la salsa (queso, huevos y nata), y calentamos a fuego medio, removiendo continuamente, durante al menos 5 minutos, hasta que la salsa espese ligeramente.
  4. Colocamos los mejillones en una fuente, y cuando la salsa esté lista, la vertemos por encima. Servir inmediatamente.



También venden bolsas de mejillones ya limpios y cocidos, envasados al vacío. Se trata de una buena opción si andáis justos de tiempo.

Si queréis hacer la salsa un poco más ligera, se puede sustituir 200 ml. de nata por 200 ml. de leche. Quedará algo más líquida, pero estará igual de buena.

Como veis, es una receta muy sencilla y con un resultado estupendo. Probadla y contadme si os gusta!

Besos!
Montes

Mini cakes de fresas y mascarpone para San Valentín

lunes, 10 de febrero de 2014


Ya he comentado en ocasiones anteriores que no soy partidaria de celebrar San Valentín, fiesta de la que opino no es más que puro marketing. Las relaciones se llevan día a día, con días buenos y días no tanto. Confieso que muchas veces me dan ganas de mandar a mi santo de vuelta con su madre, y si no lo hago es porque quiero mucho a mi suegra como para devolverle tal regalo... :-) No, en serio, son muchas las razones para celebrar tener a una persona tan maravillosa al lado, pero no porque lo diga El Corte Inglés, sino porque después de tantos años juntos y tantos momentos compartidos, ya no soy capaz de imaginar cómo sería estar sin él.


En fin, tras el momento sentimentaloide, celebremos o no San Valentín, las pequeñas tartas de fresas de hoy son un postre ideal tanto si queremos prepararlas para sorprender a nuestra pareja o si queremos darnos un homenaje a nosotros mismos.


Hace un tiempo ya preparé un bizcocho de fresas para esta tarta, pero tenía ganas de hacer un bizcocho de fresas en el que el sabor de esta fruta fuera más intenso y protagonista.


Buscando por la red encontré esta receta del blog de Alicia y decidí probarla, pues ella asegura que el resultado es un bizcocho con un verdadero sabor a fresa. 

Para acompañarlo he optado por una sencilla y suave crema de mascarpone, una de mis favoritas, y que combina estupendamente con las fresas del bizcocho.



Minicakes de fresas naturales y crema de mascarpone


Ingredientes para el bizcocho:

(Para un molde de 15 cm. Obtendremos unas 5-6 minicakes)

  • 180 gr. de azúcar
  • 225 gr. de harina
  • 1 cucharadita de levadura en polvo
  • 100 ml. de aceite de girasol
  • 200 gr. de puré de fresas
  • 1 cucharada de fresas en pasta (opcional)
  • La ralladura de medio limón
  • 2 huevos
  • 1/2 cucharadita de colorante rosa en pasta (opcional)

Ingredientes para la crema:



  • 200 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.), bien fría.
  • 200 gr. de queso mascarpone
  • 2 cucharadas de azúcar

Preparación:

  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
  2. Engrasamos el molde del bizcocho. Reservamos.
  3. Lavamos las fresas y las hacemos puré. Reservamos.
  4. Tamizamos la harina junto con la levadura. Reservamos.
  5. Batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen de volumen. Añadimos el aceite y batimos a velocidad alta un par de minutos más.
  6. Incorporamos el puré de fresas, la ralladura de limón, la fresa en pasta y el colorante. Batimos todo hasta integrar.
  7. Añadimos la mezcla de harina y levadura tamizadas, y removemos bien con una espátula con movimientos envolventes, hasta que esté completamente mezclado.
  8. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.
  9. Cuando esté hecho, sacamos del horno, dejamos atemperar unos minutos dentro del molde, y luego desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
  10. Mientras preparamos la crema: ponemos la nata y el azúcar en el bol de la batidora y batimos a velocidad alta para montarla. Justo antes de que esté montada, incorporamos el queso y terminamos de montar.
  11. Cuando el bizcocho esté totalmente frío, cortamos en varias capas, y con un cortador redondo vamos cortando los círculos que formarán las capas de nuestras mini cakes.
  12. Introducimos la crema en una manga pastelera con la boquilla de nuestra elección (en mi caso, la 1M de Wilton), y vamos poniendo crema entre las capas de bizcocho, terminando siempre con crema. Podemos decorar con unos sprinkles.



Con los recortes del bizcocho y con la crema que os sobre podéis aprovechar para hacer cake pops, como he hecho yo, o directamente podéis coméroslos tal cual (tampoco es mala idea) :-)

La fresa en pasta podéis optar por no poderla si no queréis o si no la tenéis. No pasa nada, lo que hace es potenciar el sabor a fresa, pero sin ella el bizcocho también estará delicioso. Igualmente, el colorante lo único que hace es intensificar el color, pero el que el bizcocho quede más clarito no va a hacer que no esté buenísimo.

Espero que os guste la receta de hoy, probadla y luego me contáis.

Besos!
Montes

Tarta de oreo y lima

jueves, 6 de febrero de 2014

Tarta de oreo y lima

He mencionado en ocasiones que soy golosa, me gusta el dulce, pero sin que sea excesivo. No me gustan los postres empalagosos, por eso me gusta el chocolate negro y el limón. El primero, porque es chocolate (y eso de por sí ya es una razón) y además no es muy dulce, y el segundo porque no es dulce y es ácido.

Tarta de oreo y lima

Por eso ésta tarta reúne dos de mis sabores favoritos: el del chocolate, con las galletas oreo, y el ácido del limón, aunque en este caso se trata de limas, con la suave crema de lima del relleno.

Tarta de oreo y lima

La combinación de ambos sabores y de ambas texturas es deliciosa. En este caso lo he cubierto con un suave merengue de limón. No soy muy fan del merengue, pero esta vez he hecho una excepción porque cualquier otra cobertura podría quitarle protagonismo al resto de la tarta, mientras que el merengue aporta textura y suavidad, pero apenas sabor adicional.

Tarta de oreo y lima

La única pega que le he encontrado a esta receta es que, siguiéndola al pie de la letra, no he conseguido evitar que la base de oreo se desmorone al cortarla. Si alguien lo consigue, que me lo diga, por si he hecho algo mal, o si conocéis alguna manera de conseguir una base de oreo consistente, también os agradeceré si me contáis el secreto :)

Tarta de oreo y lima

En cualquier caso, el que la base de galleta no sea compacta del todo no es motivo para no probar esta receta, porque os aseguro que el conjunto está delicioso!

Tarta de oreo y lima

(Receta adaptada de Passion4Baking)


Ingredientes para la base de Oreo:

  • 170 gr. de galletas Oreo (sin el relleno)
  • 70 gr. de mantequilla derretida caliente
  • 3 cucharadas de azúcar

Ingredientes para el relleno:

  • 400 gr. de lime curd (la cantidad resultante de seguir esta receta de aquí)
  • 400 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.), bien fría.
  • 1 sobre de gelatina en polvo

Ingredientes para el merengue suizo de limón:

  • 4 claras de huevo
  • 225 gr. de azúcar
  • 1 cucharadita de esencia de limón (opcional)

Preparación:

  1. Precalentamos el horno a 190º
  2. Separamos las galletas Oreo, retirando el relleno, y las trituramos hasta obtener un polvo fino.
  3. Ponemos las galletas trituradas en un bol y le añadimos el azúcar. Mezclamos ligeramente.
  4. Calentamos la mantequilla en el microondas unos segundos, y aún caliente la vertemos sobre el polvo de galletas Oreo y el azúcar. Con las manos mezclamos todo hasta conseguir que quede como arena humedecida.
  5. Volcamos la mezlca en un molde redondo de aproximadamente 26 cm. de diámetro, y con ayuda de una cuchara o herramienta que tenga una superficie plana, vamos aplanando la mezcla sobre el molde y las paredes del mismo (yo he utilizado la taza medidora).
  6. Llevamos el molde al congelador durante unos 15 minutos.
  7. Transcurrido ese tiempo, metemos el molde en el horno precalentado, durante otros 15 minutos.
  8. Sacamos del horno y dejamos que se enfríe.
  9. Mientras preparamos el relleno: hidratamos la gelatina añadiéndole dos cucharadas de agua fría y dejamos reposar.
  10. Montamos la nata, que deberá estar bien fría (yo la meto unos minutos antes en el congelador). Justo antes de que esté montada del todo, calentamos unos segundos la gelatina en el microondas para que se licúe, la vertemos sobre la nata y terminamos de montarla.
  11. Incorporamos el lime curd a la nata montada, y con ayuda de una espátula de goma, lo vamos mezclando suavemente, con movimientos envolventes.
  12. Cuando la base de galleta esté totalmente fría, volcamos la mezcla dentro y la extendemos bien.
  13. En un cazo ponemos las claras de huevo y el azúcar para preparar el merengue suizo. Calentamos a fuego medio, removiendo, hasta que el azúcar se haya disuelto.
  14. Vertemos en el bol de la batidora, añadimos la cucharada de esencia de limón (opcional) y batimos a velocidad alta hasta conseguir picos firmes.
  15. Volcamos el merengue sobre la tarta, extendemos por completo y damos un poco de forma ayudándonos con una cuchara.
  16. Decoramos con unas bolitas de colores, al gusto.
  17. Dejamos reposar en la nevera mínimo 4 horas. Yo lo dejé toda la noche.

Tarta de oreo y lima

(*) Si hacemos la receta del lime curd y esta tarta el mismo día, podemos utilizar las claras que no empleamos en el curd para hacer el merengue de cobertura de la tarta.

Espero que os guste esta receta! Probadla y me contáis qué os pareció!

Besos!
Montes

Tutorial: tabla de conversión de medidas

martes, 4 de febrero de 2014


Uno de los primeros inconvenientes cuando entras en el mundo de la repostería anglosajona es que topas directamente con un sistema de medidas totalmente diferente del nuestro. En las recetas españolas se suelen indicar los ingredientes con las medidas características del Sistema Métrico Decimal: en gramos para los sólidos y en litros para los líquidos. Unas medidas estándar que se pueden conseguir fácilmente de forma exacta simplemente teniendo una buena báscula. Sin embargo, de sobras es sabido que los anglosajones se precian de poseer su propio sistema de medición al margen del que tiene el resto del mundo, por lo que cuando leemos una receta británica o americana los ingredientes vienen especificados en "tazas" (cups), "cucharas" (tablespoon), "cucharitas" (teaspoon)...

(No hay que confundir estas tazas o cucharas con la mala costumbre que tenían nuestras abuelas de apuntarse la receta indicando medidas como "una taza de arroz" o "un vaso de leche", puesto que estas medidas eran, la mayoría de las veces, totalmente subjetivas y dependientes del tamaño de la taza o vaso en cuestión, y que podía variar mucho de una casa a otra).



Las medidas anglosajonas en tazas y cucharas se supone que no son subjetivas sino que está estandarizadas. Sin embargo, en cuanto ahondamos un poco en la materia vemos que ni siquiera estas medidas de tazas o cucharas tienen unos valores determinados, sino que varían muchas veces de manera considerable, dependiendo de si se trata de tazas o cucharas americanas, británicas o incluso canadienses o australianas. La diferencia en muchos casos es bastante significativa, por lo que a veces hay que prestar atención al origen de la receta para saber cuál es la medida real que hay que tener en cuenta. Incluso dentro de las medidas americanas, las tazas tienen una capacidad diferente dependiendo de si son oficiales (240 ml.) o domésticas (237 ml.).

En cualquier caso, si estamos decididos a probar recetas anglosajonas, es conveniente que lo primero que hagamos sea hacernos con un buen juego de tazas y cucharas. Los venden de todos lo materiales y colores, desde cerámica hasta plástico. Lo único que tenemos que tener en cuenta es que sean las medidas estándar (que, por ejemplo, para las tazas domésticas son 237 ml. y para las cucharas y cucharitas 15 ml. y 5 ml., respectivamente). En IKEA venden un juego de cucharas (que por cierto yo compré) pero que no os aconsejo que lo compréis porque son unas medidas muy raras y que no me han servido nunca para nada.
Cucharas medidoras de IKEA: medidas NO estándar

A continuación os incluyo un cuadro con un resumen de las correlaciones más comunes entre medidas anglosajonas y sus equivalentes en el Sistema Métrico Decimal. Por supuesto, es imposible abarcar todo, porque muchas veces nos surgirá la duda de, por ejemplo, cuántos gramos son una taza de M&M... Hay cosas que sólo podremos saber con la práctica. Y como aconseja Bea en uno de sus prácticos post, cuando hagamos una receta que venga en tazas o cucharas, es muy recomendable pesar ese ingrediente una vez medido, y anotar ese peso en la misma receta para futuros usos.


Podéis imprimir esta tabla para tenerla junto a vuestros libros de recetas, o guardarla en vuestro ordenador. Espero que os resulte útil!

Besos!
Montes

Lime curd o crema de lima

lunes, 3 de febrero de 2014


Hace un tiempo preparé un curd de limón para la tarta de cumpleaños de mi cuñada. Estaba delicioso, pero el problema es que quedaba demasiado líquido para utilizarlo en rellenos. 


Quería probar alguna otra receta que consiguiera un resultado más denso, y además me apetecía probar a hacerla a la manera tradicional, sin utilizar la Thermomix.


Pero no quería recurrir a añadirle maicena para espesarla, como he visto también en varias recetas. Por tanto, si se quiere una crema más espesa sin recurrir a la maicena, la solución es fácil: debemos poner más huevos y cocinar algo más de tiempo.


En esta ocasión he preparado la crema a mano, simplemente poniendo todos los ingredientes al baño maría y removiendo continuamente hasta conseguir la textura que quería.


Y además, en vez de utilizar limones, he usado limas, para ver qué tal quedaba con este otro cítrico, de sabor algo más amargo y menos ácido que el limón, He de decir que el resultado ha sido estupendo, delicioso, aunque si sois más tradicionales y preferís preparar esta crema con limones, tan sólo tenéis que sustituir las limas por limones.


Lime curd o crema de lima

(Receta adaptada de Passion4Baking)

Ingredientes:

  • 115 ml. de zumo de lima (aproximadamente 4-5 limas)
  • Ralladura de 2 limas
  • 80 gr. de azúcar
  • 4 yemas de huevo
  • 60 gr. de mantequilla

Preparación:


  1. Lavamos a conciencia las limas, y rallamos dos de ellas. Las exprimimos todas.
  2. Ponemos agua a hervir en una cazuela, y colocamos sobre ella un bol sin que la superficie de éste toque el agua.
  3. Cuando el aguar hierva, ponemos en el bol todos los ingredientes de la crema (zumo, ralladura, azúcar, yemas y mantequilla) y removemos continuamente hasta que la crema tenga la consistencia deseada. No hay que batir, porque produciremos espuma, sólo remover. Hay que tener en cuenta que al enfriarse espesará más, pero aproximadamente tardará al menos unos 15-20 minutos en espesar. Hay que evitar que hierva, pues de lo contrario podría cortarse.
  4. Una vez conseguida la textura, vertemos la crema en un bote esterlizado. Si queremos conservarla tiempo, tapamos el bote y lo ponemos boca abajo, para que se forme el vacío. Si no lo hacemos así, se conserva perfectamente durante un par de semanas en la nevera.



Guardad bien esta receta, porque con ella vamos a preparar un estupendo postre.... Pero tendréis que esperar hasta el próximo jueves para verlo!

Besos!
Montes


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