Kartoffelsalat - Ensalada alemana de patatas

jueves, 29 de mayo de 2014


Se acaba mayo, tenemos junio a la vuelta de la esquina, y a ver si con el nuevo mes llega también el buen tiempo. Porque, igual que el año pasado, se está haciendo esperar...


Y para ver si de alguna manera animamos a ese buen tiempo a llegar de una vez, vamos a empezar a preparar ya alguna receta fresquita, ideal para el verano. La de hoy es una ensalada de patata típica alemana, la kartoffelsalat; sencilla y sin complicaciones, es una alternativa estupenda a nuestra clásica ensaladilla rusa.



Ensalada alemana de patatas - Kartoffelsalat


Ingredientes:


  • 6 patatas medianas
  • 180 gr. de pepinillos agridulces (preferiblemente grandes; yo los utilicé pequeños porque no había grandes cuando fui a comprarlos)
  • 3 salchichas tipo Frankfurt
  • 4 cucharadas de mahonesa
  • 3 cucharadas de mostaza (*)
  • 1 cucharadita de mostaza a l'ancienne 
  • 250 ml. de caldo de carne (o en su defecto, 250 ml. de agua y una pastilla de caldo de carne)

Preparación:


  1. Cocemos las patatas con la piel: las ponemos en una cazuela con agua fría y sal, y las llevamos a ebullición, dejándolas cocer unos 25-30 minutos, hasta que al pincharlas con un cuchillo comprobemos que están hechas. Las metemos en un bol con agua fría para que se enfríen.
  2. Pelamos las patatas y las partimos en trozos no muy grandes, un poco más grandes que para ensaladilla rusa.
  3. Escurrimos y troceamos los pepinillos. Cortamos también las salchichas.
  4. Preparamos la salsa: calentamos en un cazo el caldo de carne, sin que llegue a hervir. Añadimos la mayonesa y la mostaza y removemos con unas varillas hasta que esté todo bien disuelto.
  5. Vertemos la salsa sobre el resto de ingredientes y mezclamos. 
  6. Servir fría.


(*) Si os gusta mucho la mostaza, podéis utilizar mostaza de Dijon, que tiene un sabor más fuerte. Pero si no os entusiasma demasiado que quede tan fuerte, o si van a comer niños, como en mi caso, será mejor que utilicéis mostaza americana, que es más suave y aporta sabor pero sin que pique ni sea demasiado intenso.

Esta ensalada normalmente va aderezada también con algún tipo de hierba, como el eneldo, o incluso con cebollino cortado muy fino. Pero yo no suelo ponerlo básicamente porque a mis hijas no les gusta (gajes de madre, que condicionan el resultado, jajaja). Pero si no tenéis nadie que os proteste, podéis añadirlo sin problema. 

Espero que os animéis a probarla!

Besos!
Montes

Tarta Hummingbird (tarta Colibrí) para mi cumpleaños!

lunes, 26 de mayo de 2014


Es curisoso que, con lo chocolatera que soy, para mi cumpleaños siempre busque alternativas al chocolate para celebrarlo.


Quizás será porque ya como suficiente chocolate el resto de año, y en mi cumpleaños prefiero optar por otros sabores diferentes.


Hacía ya mucho tiempo que tenía ganas de probar a hacer esta tarta, un clásico de la repostería americana, concretamente del sur de Estados Unidos. Además, como ya estamos a las puertas de la operación bikini, es una tarta ideal porque lleva mucha fruta en su elaboración, jaja! Eso tiene que contar para las cinco raciones diarias, verdad?



Para hacer esta tarta acudí, cómo no, a la receta de la infalible Martha Stewart, aunque después de leerla, decidí ajustar un poco las cantidades para reducir el tamaño, y sobre todo, como aconseja también Beatriz, de To be Gourmet, la cantidad de azúcar y de aceite que la señora Stewart utiliza en su receta

 

Tarta Hummingbird (tarta Colibrí)

(Receta adaptada de Martha Stewart. Para un molde alto de 15 cm. de diámetro)


Ingredientes:


  • 285 gr. de harina normal
  • 1 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 1 cucharadita (tsp.) de canela en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 110 ml. de aceite de girasol
  • 2 cucharaditas (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 300 gr. de azúcar
  • 3 huevos 
  • 3 plátanos maduros
  • 1 lata pequeña de piña
  • 80 gr. de nueces picadas
  • 80 gr. de coco rallado
  • 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 400 gr. de azúcar glas o icing sugar
  • 350 gr. de queso crema, tipo Philadelphia, muy frío

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, sin ventilador.
  2. Engrasamos y forramos el molde elegido con papel vegetal. Reservamos.
  3. Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y la canela. Reservamos.
  4. Con un tenedor, aplastamos los plátanos hasta hacerlos puré. Reservamos.
  5. Escurrimos bien la piña y la troceamos en trozos pequeños. Reservamos.
  6. Picamos las nueces en trozos pequeños (yo las pongo entre dos papeles de cocina y le paso el rodillo por encima varias veces, hasta conseguir trozos del tamaño deseado). Reservamos.
  7. Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos el aceite y la vainilla y batimos de nuevo unos minutos hasta que aumente de volumen.
  8. Incorporamos el puré de plátano, los trozos de piña, las nueces y el coco, y batimos todo hasta mezclarlo bien.
  9. Añadimos los ingredientes secos tamizados y la sal, y suavemente mezclamos bien con una espátula, hasta que esté todo perfectamente integrado.
  10. Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante unos 60-70 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, salga limpio.
  11. Cuando esté hecho, sacamos del horno, dejamos atemperar en el molde unos minutos, y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  12. Mientras el bizcocho se enfría, preparamos la crema de relleno y cobertura: batimos la mantequilla hasta que esté cremosa y añadimos el azúcar glas. Tapamos la batidora para evitar que nuestra cocina se llene de polvo de azúcar, y batimos primero a velocidad baja, y poco a poco subimos la velocidad hasta que oigamos un plop-plop-plop que indica que ya se está integrando. Incorporamos el queso crema, muy frío, y batimos todo de nuevo unos minutos. Reservamos en la nevera hasta que el bizcocho esté frío por completo.
  13. Cuando el bizcocho se haya enfriado, lo cortamos en tres capas, y lo rellenamos y cubrimos con la crema de queso.



(*) En vez de un sólo molde alto, podéis utilizar tres moldes bajos de layer cake, también de 15 cm. de diámetro. En ese caso no será necesario un tiempo de horneado tan alto, sino que los tendréis listos en unos 35 minutos, y también tardarán menos tiempo en enfriarse. 

(*) Para cubrir la tarta, primero la cubro con una primera capa fina tapa-migas, la llevo a la nevera a refrigerar durante una hora, y luego le aplico la segunda capa de crema, ya más abundante. 

Es una tarta con un increíble sabor tropical: el coco, el plátano y la piña se combinan con la canela consiguiendo una mezcla deliciosa, en la que se puede distinguir cada uno de los ingredientes pero sin que ninguno prevalezca sobre el resto. En la receta original la piña se añade triturada y escurrida, pero yo he preferido añadirla en trozos pequeños, pues de esa manera, junto con las nueces, aportamos también textura.

Espero que probéis a hacerla y que me contéis qué os ha parecido.

Besos!
Montes




Cupcakes de limón con crema suiza de moras

jueves, 22 de mayo de 2014


Pues sí.

Ayer fue mi cumpleaños.

Taitantos.

Que no soy tan mayor, no vayáis a creer...


Lo que pasa es que llevo ya unos cuantos años cumpliendo la misma edad, y creo que ya va siendo hora de dar el paso y sumar algún año.... Total, tampoco pasa nada por decir que acabo de cumplir treintayu... treintayt.... treintayci..... Argggg, vale, treinta y siete añazos que me han caído de gratis! Madre mía, vamos sumando de manera preocupante!


Pero como suele decirse, lo bueno es que sigan cayendo, porque significa que ahí seguimos dándolo todo en el día a día. Y con más o menos años en el DNI, lo cierto es que me siento la misma cabeza loca que hace una década, aunque es verdad que las responsabilidades que la edad conlleva son lo que al final pesa más que los años en sí.


Así que como soy abstemia y no bebo, mi sistema para olvidar las penas de cumplir cada vez más años es simple: hacer cupcakes. Creo que como solución para cualquier problema es una de las mejores, aunque si se abusa mucho, más que una solución a nada lo convertiremos en otro problema, al producirse inexplicablemente un aumento de nuestro perímetro cular...


Por eso me limito a hacerlos pero no a comerlos; para eso están mis queridos compañeros de trabajo, que han sido en esta ocasión los felices destinatarios de estos cupcakes en concreto, pues me los llevé a la oficina para celebrar el cumpleaños y tener así la excusa perfecta para repartirlos.


Creo que ya os he hablado en otras ocasiones de mis compañeros de trabajo. Ahora que no me oyen (y que seguro no me leen, porque, ten amigos para ésto, si mi blog dependiera de las visitas de mis compañeros, no duraba ni una semana) son unos tiquismiquis con el tema de comer. Entre los veganos, los macrobióticos, los que están a dieta de forma crónica y los que directamente no les gusta el dulce, lo tengo realmente complicado para colocar mis postres. Menos mal que mi empresa es muy grande y, salvo mi departamento "raro", el resto de personal es más normal y en cuanto me ven venir con algo se corre la voz y enseguida aparecen muchos voluntarios para catar el asunto.



Cupcakes de limón con crema suiza de moras


Ingredientes:

(Para 12 cupcakes)

  • 125 gr. de azúcar
  • 2 huevos
  • 100 ml. de aceite de girasol
  • La ralladura de un limón
  • 1 cucharadita (tsp) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 75 ml. de leche
  • 290 gr. de harina
  • 1 cucharadita (tsp.) y 1/4 de levadura en polvo
  • 1/4 cucharadita (tsp) de sal


Preparación:

  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Preparamos la bandeja para cupcakes con las cápsulas que elijamos.
  3. Tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Reservamos.
  4. En el bol de la batidora, ponemos los huevos junto con el azúcar, y batimos hasta que queden cremosos.
  5. Añadimos el aceite, y batimos a velocidad alta hasta que blanquee y aumente de volumen.
  6. Añadimos la ralladura de limón y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  7. Ahora añadimos la mitad de la mezcla de harina y levadura, mezclamos bien con una espátula, añadimos la leche, mezclamos, y terminamos con el resto de harina y levadura. Removemos suavemente, hasta que conseguir una masa lisa y sin grumos.
  8. Repartimos la masa en los moldes, y horneamos durante unos 20 minutos, o hasta que al pinchar con el palillo en el centro de un cupcakes, salga limpio.
  9. Cuando estén hechos, sacamos del horno, los dejamos atemperar unos cinco minutos en el molde, y luego desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.

Almíbar:


  1. Para que nuestros cupcakes queden aún más jugosos, mientras se hornean preparamos un almíbar con 40 gr. de azúcar y 40 ml. de zumo de limón. Ponemos ambos ingredientes en un cazo al fuego, y calentamos hasta que comience a hervir, momento en que retiraremos del fuego y dejaremos enfriar. 
  2. Cuando los cupcakes estén fríos, los pinchamos repetidas veces con un palillo y, con un pincel, los bañamos generosamente en el almíbar.

Crema suiza de moras:


  1. 3 claras de huevo
  2. 170 gr. de azúcar
  3. 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  4. 2 cucharadas de pasta de moras (o confitura de moras)
  5. Ponemos las claras y el azúcar en un cazo al fuego, removiendo continuamente para que no se nos pegue (es importante, lo digo por experiencia, jeje). Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, vertemos la mezcla en el bol de la batidora, con las varillas colocadas, y batimos a velocidad alta hasta montar el merengue. Tardará un poquito.
  6. Cuando tengamos picos blandos, cambiamos las varillas por la pala y, batiendo a velocidad media, vamos añadiendo la mantequilla de poco en poco, sin dejar de batir. Puede que llegue un momento en el que parezca que la mezcla se nos ha cortado, pero no es así: hay que seguir batiendo y se conseguirá una crema con una textura sedosa y suave. En ese momento, añadimos la pasta de moras (o la confitura), y batimos unos minutos más hasta que esté totalmente integrado.
  7. Rellenamos una manga pastelera con la boquilla que elijamos (yo he sido clasicona y he utilizado la 1M de Wilton) y decoramos los cupcakes al gusto.



Es una combinación deliciosa: el sabor intenso del bizcochito de limón, potenciado además por el almíbar, junto con la suavidad de la sedosa crema de moras, hacen de estos cupcakes unos de mis favoritos. No son nada empalagosos, no pecan de dulces, sino que comerse uno hace que tengas ganas de probar otro más. 

Animaos a hacerlos y me contáis!

Besos!
Montes

Pastel especiado de melocotón

lunes, 19 de mayo de 2014


Imagino que os habrá pasado también alguna vez: va a venir alguien a comer y tenías un postre pensado, y justo cuando te vas a poner a prepararlo te das cuenta de que te falta algún ingrediente importante.


Es una de las cosas que más rabia me da, porque supone un súbito cambio de planes, y si hay algo que me sienta fatal es sentir que no tengo todo bajo control. Llamadme maniática, pero es verdad que me gusta en todo momento seguir un orden establecido y que las cosas salgan como tengo planeado.


Por eso este pastel que traigo hoy es un estupendo plan B. Hecho con ingredientes que tendremos siempre por casa y en pocos minutos, si lo hacéis nadie se dará cuenta de que había otra cosa pensada en un principio. Es más, estoy segura de que el plan A que teníais pensado no tendría ni la mitad de éxito que este plan B. 


Y es que, si sois como yo, siempre tendréis en la despensa al menos un bote de melocotón en conserva, porque, por alguna razón, creo que, si el fin del mundo se produce algún día, será más fácil sobrevivir si tenemos guardado melocotón en conserva. El resto de ingredientes son tan básicos que difícilmente no los tendréis siempre. Tan sólo quizás la melaza, pero puede ser sustituida fácilmente por miel, que, aunque le dará un toque diferente, el resultado también será estupendo.



Pastel especiado de melocotón

(Fuente: Pastelería Creativa, de Planeta Agostini)

Ingredientes:


  • 1 bote de melocotón en conserva grande (800 gr.)
  • 2 cucharadas de melaza
  • 150 gr. de mantequilla fundida
  • 150 gr. de azúcar moreno
  • 2 huevos L
  • 130 ml. de buttermilk o suero de leche (o de leche con un chorrito de vinagre, y dejado reposar al menos 10 minutos)
  • 1 cucharadita (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 1/4 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 175 gr. de levadura con levadura incorporada, o de harina normal más una cucharadita (tsp.) de levadura en polvo
  • 1 cucharadita (tsp.) de canela en polvo
  • 1/4 cucharadita de jengibre en polvo
  • 1 pizca de nuez moscada molida
  • 1/4 cucharadita de sal

Preparación:


  1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  2. Engrasamos el molde elegido. Reservamos.
  3. Si no tenemos buttermilk, lo preparamos casero, añadiendo un chorrito de vinagre a la leche. Dejamos reposar.
  4. Tamizamos la harina junto con la levadura (en caso de no llevarla incorporada), el bicarbonato, la canela, el jengibre y la nuez moscada. Reservamos.
  5. Derretimos la mantequilla al microondas, con cuidado de que no hierva. Reservamos.
  6. Escurrimos bien los trozos de melocotón, y los cortamos en cuartos.
  7. Extendemos la melaza por la base del molde, y ponemos encima los trozos de melocotón.
  8. En el bol de la batidora, ponemos la mantequilla fundida con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que quede cremosa. 
  9. Añadimos los huevos, de uno en uno, y batimos de nuevo a velocidad media-alta, hasta que la mezcla aumente de volumen.
  10. Incorporamos el buttermilk o suero de leche y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  11. Añadimos la mezcla de ingredientes secos que hemos tamizado anteriormente, y la sal, y lo removemos suavemente con una espátula, hasta que esté totalmente mezclado.
  12. Vertemos la mezcla en el molde sobre los melocotones y la melaza, y llevamos al horno durante unos 45 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro, éste salga limpio.
  13. Cuando esté hecho, sacamos del horno y dejamos enfriar antes de comer.




El resultado es un esponjoso y rico pastel, con una mezcla de sabores increíble, que a nadie dejará indiferente. El suave bizcocho especiado junto con las jugosas rodajas de melocotón es un éxito seguro, aún más si lo acompañamos por ejemplo con una bola de helado de vainilla o con nata montada. Estoy segura de que os encantará, y es tan fácil de preparar que en unos minutos lo tendréis en el horno impregnando la casa con su delicioso aroma a canela y especias. 

Si os animáis a prepararlo, estaré encantada de que me enviéis una foto con el resultado, para publicarla en Facebook. 

Besos!
Montes

Tarta jugosa de chocolate con fresas maceradas y crema de mascarpone

jueves, 15 de mayo de 2014


A partir de finales de abril comienza en mi casa la temporada de tartas. Aunque ya en marzo tenemos el cumpleaños de mi cuñada y de mi suegra, es a partir del 30 de abril, con el cumpleaños de mi hija pequeña, cuando se abre la veda, entre el día de la madre y demás cumpleaños varios.


Esta en concreto fue la tarta que llevé para el cumpleaños de mi cuñada, que celebramos tarde este año y casi se nos junta con el día de la madre :) Siempre que llevo algún postre a casa de mis suegros se me plantea la dificultad de hacer algo que esté bueno pero que no sea demasiado dulce ni demasiado pesado. Esta combinación, con el intenso sabor del chocolate, el dulzor ácido de las fresas maceradas y la frescura de la crema de mascarpone, es un éxito seguro.



Tarta jugosa de chocolate con fresas maceradas y crema de mascarpone



Ingredientes:

(Receta de Montes Ortiz. Para una tarta de 15 cm. de diámetro)


  • 3 huevos
  • 300 gr. de azúcar
  • 50 ml. de aceite de girasol
  • 2 yogures griegos
  • 190 gr. de harina
  • 80 gr. de cacao en polvo sin azúcar
  • 1/2 cucharadita (tsp.) de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita (tsp.) de sal
  • 2 cucharaditas (tsp.) de levadura en polvo
  • 1 cucharadita (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
  • 1/2 kg. de fresas
  • 4 cucharadas colmadas de azúcar
  • 200 gr. de mascarpone
  • 200 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.), muy fría
  • 2 cucharadas de azúcar

Preparación:



  1. Lo primero, lavamos y cortamos las fresas en rodajas. Las ponemos en un bol, y les añadimos las cuatro cucharadas de azúcar. Removemos, tapamos con film transparente, y dejamos reposar. Normalmente lo preparo la noche anterior, de esa manera las fresas, en contacto con el azúcar, sueltan todo su jugo y hacen un delicioso almíbar.
  2. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
  3. Forramos y engrasamos el molde elegido. Reservamos.
  4. Tamizamos la harina junto con el cacao, levadura y bicarbonato. Reservamos.
  5. El el bol de la batidora, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen y doblen de volumen. Añadimos el yogur, el aceite y la vainilla, y batimos de nuevo hasta integrar.
  6. Incorporamos los ingredientes secos y la sal, y mezclamos a mano suavemente, con movimientos envolventes.
  7. Vertemos la mezcla en el molde y llevamos al horno, durante aproximadamente 60 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro del bizcocho, salga limpio.
  8. Cuando esté hecho, sacamos del horno, dejamos atemperar unos minutos dentro del molde, y luego desmoldamos sobre una rejilla y dejamos enfriar por completo.
  9. Mientras se enfría, preparamos la crema. Ponemos la nata, muy fría, en el bol de la batidora, y le añadimos las dos cucharadas de azúcar. Batimos unos segundos a velocidad baja, y luego subimos la velocidad hasta que comience a montar. Justo antes de que esté montada, añadimos el mascarpone y terminamos de montar. 
  10. Cuando el bizcocho esté ya frío, cortamos en capas. Colocamos la primera capa, la pinchamos repetidas veces con un palillo y con un pincel la bañamos generosamente con el almíbar que han soltado las fresas. Colocamos una capa de rodajas de fresas y encima una generosa capa de crema de mascarpone. Repetimos el proceso con todas las capas de la tarta, y rematamos con una fresa entera laminada.



Es una tarta muy sencilla, pero que queda muy bonita, al verse las capas y el contraste de colores, y que además está buenísima. El añadir fresas maceradas en vez de fresas frescas potencia el sabor de la fruta y suaviza la textura. En conjunto, es una combinación de sabores tradicional, que gustará a todo el mundo.

Probadla y me contáis. Si la hacéis en casa y queréis que publique las fotos de vuestra versión, podéis mandármelas al correo montesclarosortiz@gmail.com. Estaré encantada de verlas!

Besos!
Montes

Tutorial modelado muñeca Anna (estilo infantil)

lunes, 12 de mayo de 2014


La semana pasada publiqué la tarta que he hecho este año para el cumpleaños de mi hija pequeña, fan incondicional de la película Frozen y sobre todo de una de sus protagonistas, Anna. Por eso, coronando la tarta modelé esta pequeña figurita del personaje, en un estilo infantil que resulta más fácil que otro más realista. A continuación os dejo un paso a paso, para que veáis que es muy sencillo.


Necesitaremos:

  • Fondant azul
  • Fondant turquesa
  • Fondant color carne
  • Fondant negro
  • Fondant rosa
  • Fondant marrón
  • Rodillo
  • Cúter o cuchillo bien afilado
  • Crisco 
  • CMC
  • Estecas varias
  • Cortador redondo
  • Alisador de fondant
  • Un palillo
  • Pincel fino
  • Un poco de agua para pegar el fondant.
  • Colorante en gel negro o rotulador comestible negro
  • Colorante en polvo rojo o rotulador comestible rojo

(*) Si, antes de que lo digáis, ya lo sé: hay cosas de la lista que no están en la foto de arriba. Eso pasa por hacer la foto antes de ponerse a modelar, con lo que se me había olvidado colocar algunas cosas necesarias. Espero que sepáis perdonarme :)

Antes de comenzar a modelar, suelo mezclar el fondant con CMC, pues le aporta más elasticidad y evita que al estirarse se rompa. La cantidad de CMC a añadir dependerá de la cantidad de fondant: la proporción es de 2 cucharaditas (tsp.) por cada 500 gr. de fondant. Hay que añadirlo, amasar bien el fondant, envolverlo bien en un film transparente para que no le de el aire y dejarlo reposar un rato.

Como es una muñeca pequeña, todas las piezas son de pequeño tamaño, por lo que para pegar el fondant entre sí solo he necesitado aplicar un poquito de agua con un pincel. No hace falta utilizar pegamento comestible.



  • Partimos de una bola de fondant azul. La vamos dando forma de cilindro (1 y 2), y luego afinamos uno de los extremos para conseguir un cono truncado (3 y 4), que será el cuerpo de la muñeca.


  • Extendemos un poco de fondant turquesa, sin que quede muy grueso (1).
  • Cortamos una pieza de unos 4 cm. de ancho (2)
  • Cortamos dos piezas con forma de trapecio, de aproximadamente el mismo tamaño (3 y 4), que formarán las dos partes de la camisa. No importa que no queden iguales.


  • Pegamos las dos piezas alrededor de la parte superior del cuerpo. No nos cuadrarán exactamente, así que recortamos el sobrante con ayuda del cúter. 


  • Ahora extendemos fondant negro y recortamos las dos piezas, delantera y trasera, que formarán el chaleco. Al igual que antes, no importa que queden exactas, porque una vez colocado, recortaremos el sobrante .
  • Una vez colocadas, en la parte superior recortamos un triángulo (2) formando la delantera del chaleco. Guardamos el triángulo recortado porque nos va a servir más adelante.
  • Para ayudarnos a disimular las uniones de ambas partes del chaleco, podemos untarnos el dedo con un poco (muy poco) de Crisco y, con suaves movimientos circulares, vamos difuminando la unión.


  • Extendemos un poco de fondant rosa. Cogemos ahora el pequeño triángulo de fondant negro que antes recortamos (1) y, usándolo como plantilla, cortamos un triángulo de fondant rosa (2). Lo colocamos en la parte delantera del chaleco (3).


  • Estiramos un poco de fondant turquesa y cortamos una tira estrecha (1). La dividimos en dos (2) y la colocamos en el chaleco, formando una V (3)


  • Para hacer los brazos, cogemos un poco de fondant color carne y le vamos dando forma de tubito estrecho. Para conseguir un tubito fino y uniforme, podemos ayudarnos de un alisador de fondant (1), con el que, moviéndolo de un lado a otro y sin apretar demasiado para no aplanarlo, conseguiremos estirar el fondant dejándolo redondo (2), y sin dejar las marcas que podríamos darle si utilizáramos los dedos.
  • Cortamos dos tiras del mismo tamaño (3) y marcamos uno de los extremos de cada una con la esteca de concha, para hacer la mano (4).


  • Para hacer las mangas, estiramos un poco de fondant turquesa, y cortamos un cuadrado un poco mayor que la longitud del brazo (1). Ponemos el brazo encima y cortamos la manga a la medida (2). Enrollamos la manga sobre el brazo, dejando la unión en la parte que quedará por debajo, para que no se vea. Colocamos ambos brazos a los lados del cuerpo (4), pegados a la parte superior, que intentaremos dejar lo más plana posible para que no sobresalga.


  • Formamos una bolita de fondant color carne, intentando que no quede ni muy grande ni muy pequeña, sino proporcionada con respecto al cuerpo. Extendemos un poco de fondant marrón y con un cortador redondo de tamaño algo mayor que la circunferencia de la cabeza cortaremos un círculo para el pelo. Lo colocamos sobre la cabeza (1) y con el cúter cortamos el flequillo y por detrás lo que nos sobre del fondant marrón que va a hacer de pelo.
  • Al igual que hemos hecho antes para formar los brazos, estiramos fondant marrón para conseguir tres tubitos de igual grosor (2). Los trenzamos (3) y formamos dos trenzas. Unimos las dos trenzas en la parte posterior de la cabeza (4), y rematamos con un pequeño lazo de fondant rosa.


  • Para unir la cabeza al cuerpo, clavamos un palillo en el cuerpo y sobre él colocamos la cabeza. Para hacer los ojos, marcamos primero con un palillo donde queramos que tenga los ojos, luego mojamos ligeramente el palillo con un poco de colorante en gel negro y pinchamos de nuevo en las marcas anteriores (esto también podemos hacerlo con un rotulador comestible negro, pero queda más intenso haciéndolo con un palillo y colorante en gel). Para hacer la boca, primero marcamos con ayuda de la esteca de media caña, y luego la pintamos un poco con un pincel con muy poquito de colorante en polvo rojo (al igual que los ojos, también podemos hacerlo con un rotulador comestible rojo).

Parecen un montón de pasos, pero la verdad es que he hecho un montón de fotografías, por lo que en realidad tampoco son tantos pasos. Si os animáis a hacer la muñequita, estaré encantada de que me mandéis fotos del resultado!

Muchos besos!
Montes

Tarta de Anna (Frozen) para el cumple de Sara

lunes, 5 de mayo de 2014


La semana pasada celebramos el cumpleaños de mi hija pequeña, Sara, que hizo cinco años. Después del éxito que la última película de Disney tuvo entre mis hijas, estaba claro que este año las tartas de cumpleaños iban a tener una temática muy clara: Frozen!


Para aquellos que no sepáis qué es eso de Frozen (seguro que no tenéis hijos, o al menos, hijas pequeñas), es la nueva adaptación de la factoría Disney a la historia de la Reina de las Nieves. Las protagonistas son dos hermanas, Elsa, la Reina, y su hermana Anna. Y estos dos personajes están causando verdadero furor entre el público infantil.


La mayoría de las niñas (entre ellas mi hija mayor) quieren ser como Elsa, la Reina de las Nieves, con poderes para controlar el hielo y, sobre todo, un precioso vestido con una larga capa hecha con cristales de hielo. Alucinante, sobre todo si tienes ocho años! Tanto, que absolutamente todo el merchandising relacionado con este personaje (y recordad que estamos hablando de Disney, y hay mucho) está totalmente agotado en todas las tiendas del mundo mundial. Hasta en Disneyland París, donde teníamos la esperanza de encontrarle a Lucía el disfraz que pidió por Reyes y que no pudo tener, la dependienta poco menos que se rió en nuestra propia cara cuando le preguntamos por él.


Sin embargo, para Sara, mi hija pequeña, a quien le gusta más llevar la contraria, su personaje favorito de la peli no es la Reina, sino la hermana de ésta, Anna. Así que lo tuvo muy claro cuando le pregunté de qué quería que le hiciera este año la tarta de su cumpleaños.


 Así que lo que le hice fue esta tarta de dos pisos, inspirada en el vestido del personaje de la película. El piso de abajo está basado en la falda, con detalles en glasa y con pequeñas flores de fondant. Y el piso de arriba es el corpiño del vestido, con aplicaciones de purpurina comestible y pintura dorada.


En un principio no pensaba hacer ninguna figura del personaje, pues es un modelado complicado. Pero después de mirar muchas fotos de princesas Disney en estilo más infantil, decidí probar a ver qué tal quedaba. Y al menos a Sara le gustó el resultado, pues en cuanto vio la figurita la reconoció : "Es Anna!!!"




El piso de abajo era un dummie, porque si lo hubiera hecho todo de bizcocho nos hubiéramos pasado más de un mes comiendo tarta. El piso de arriba era de bizcocho de chocolate, bañado en almíbar de fresa y relleno de crema de fresa ácida, y cubierto de ganaché de chocolate. Es una combinación que le gusta a todo el mundo, una tarta jugosa con mucho sabor.

Para variar, no tengo una foto decente del corte, pero al menos se puede ver un poco cómo era por dentro...
Espero que os guste como le gustó a Sara!

Besos.
Montes

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