Llevo casi cuatro años de blog, un montón de recetas dulces hechas con mayor o menor éxito: bizcochos, pasteles, tartas, bollos... Pero todavía a día de hoy no había publicado ninguna receta de lo que hasta ahora consideraba mi Némesis: un flan. Si, un simple flan. Soy capaz de conseguir un brioche estupendo, pero no de encontrarle el punto a este clásico postre. O no llegaba al punto de cocción correcto y se desparramaba al intentar desmoldarlo, o por el contrario se pasaba de tiempo y quedaba excesivamente seco. Hasta hoy. Porque con esta superfácil receta de flan de café y leche condensada, lo difícil es que salga mal.
Es una de esas recetas en las que sólo hay que mezclar todos los ingredientes y llevar al horno. El resultado es tan cremoso y suave y queda tan perfecto que le va a encantar a todo el mundo. Al menos esa es la opinión de mi padre, experto catador de flanes y hasta ahora frustado porque su hija no era capaz de conseguir algo, según todo el mundo, tan sencillo.
El sabor de este flan es como tomarse un café bombón. Dulce pero no demasiado, y con un sabor a café delicioso. Y es que desde hace unos días tengo chica nueva en la cocina, mi nueva cafetera Drop de Dolce Gusto. No me digáis que no es una monada, realmente parece una gota de café captada en el momento de rebotar sobre la superficie en la que ha caído.
Llevo poco más de una semana usándola y ya estoy completamente enamorada. Es increíblemente fácil de usar: simplemente hay que elegir primero la cápsula y ponerla en la cafetera. Ésta en la parte superior tiene un indicador táctil en el que marcaremos la cantidad de tiempo necesario para cada tipo de bebida (cada cápsula lleva indicado el número de rayas necesario para conseguir un resultado perfecto) y después no hay más que pulsar otro indicador luminoso en la parte superior. Unos segundos más y ¡tachán! Nuestro café cremoso y cubierto de espuma listo para tomar. Sin manchar, sin ensuciar nada. Realmente fácil y sencillo.
Llevo poco más de una semana usándola y ya estoy completamente enamorada. Es increíblemente fácil de usar: simplemente hay que elegir primero la cápsula y ponerla en la cafetera. Ésta en la parte superior tiene un indicador táctil en el que marcaremos la cantidad de tiempo necesario para cada tipo de bebida (cada cápsula lleva indicado el número de rayas necesario para conseguir un resultado perfecto) y después no hay más que pulsar otro indicador luminoso en la parte superior. Unos segundos más y ¡tachán! Nuestro café cremoso y cubierto de espuma listo para tomar. Sin manchar, sin ensuciar nada. Realmente fácil y sencillo.
Pero lo mejor de todo, lo que más me ha gustado, es que, a diferencia de otras cafeteras de cápsulas, en esta podemos preparar un montón de bebidas diferentes, tanto calientes como frías, gracias a la gran variedad de cápsulas. Desde un café Espresso cremoso, hasta un Chococino (el preferido de mis hijas), pasando por té verde con frutos rojos, Nestea® con limón, un delicioso y perfumado Chai Tea Latte especiado, o un café Lungo perfecto para desayunos.
Flan de café y leche condensada
(Receta del blog A Cocinear. Para 12 porciones)Ingredientes:
- 4 huevos L
- 250 ml. de leche entera
- 250 ml. de café (yo he utilizado las cápsulas de Espresso descafeinado, que mi padre debe controlar la tensión)
- 370 gr. de leche condensada (un bote pequeño)
- Caramelo líquido
Preparación:
- Precalentamos el horno a 170º, calor arriba y abajo sin ventilador.
- Vertemos el caramelo líquido por las paredes y el fondo del molde. Para facilitar esta operación, podemos calentar el caramelo unos segundos al microondas, para que esté más líquido y se reparta mejor. Reservamos.
- En un bol batimos sólo ligeramente los huevos, con unas varillas manuales; añadimos el café y la leche, y sin dejar de batir suavemente, vamos incorporando la leche condensada. Cuando esté todo integrado, vertemos la mezcla en el molde y colocamos éste en una fuente apta para horno, en la que pondremos agua hasta alcanzar al menos un tercio del molde del flan.
- Llevamos al horno durante aproximadamente una hora. Transcurrido ese tiempo, pincharemos el flan con la punta de un cuchillo, y si sale limpio es que el flan estará listo.
- Dejamos atemperar el flan a temperatura ambiente, y después desmoldamos.
No se tapa.el.flan dentro del.horno?
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