Si hay algo bueno del verano, además de las vacaciones, la piscina, el mar, las terracitas, las barbacoas con amigos y el buen tiempo, son los HELADOS. Que si, que hay helados todo el año, que si nos apetece un helado en enero hay un gran surtido para elegir. Pero lo cierto es que no hay helados como los caseros. Y esos no nos suele apetecer prepararlos cuando hace frío. Es ahora con el calor cuando nos entra verdadera ansia y los helados caseros hacen su aparición estelar.