Tarta de queso de La Viña. Receta facilísima.

Hace tiempo que esta tarta causa furor por las redes. Y es que creo que no hay nadie que no haya al menos oído hablar alguna vez de ella. Una tarta de queso que se hizo famosa gracias a su autor Santiago Rivera, cocinero del restaurante donostiarra La Viña. Aunque la receta original es mucho más grande y contundente, llegando a pesar alrededor de dos kilos, aquí os traigo una versión más menuda y llevadera.

Lo bueno de esta tarta es que es facilísima. No se necesita experiencia en la cocina ni maña especial para asegurarnos un buen resultado. Tan solo hay que seguir unos sencillos pasos y un horneado bastante corto, y tendremos una deliciosa tarta de queso que va a hacer que os hagan la ola en casa y os pidan repetir. Perfecta para estos días en los que estamos encerrados en casa pero no tenemos muchas ganas de complicarnos la vida. 

Tarta de queso de "La Viña"

(Receta adaptada de La cocina de Masito. Para un molde desmontable de 20 cm. de diámetro)

Ingredientes:

• 500 gr. de queso crema tipo Philadelphia
• 4 huevos L
• 200 gr. de azúcar
• 400 ml. de nata para montar (mín. 35% de M.G.)
• 20 gr. de harina

Preparación:

1. Precalentamos el horno a 200º, calor arriba y abajo sin ventilador
2. Humedecemos una hoja de papel vegetal, la escurrimos bien y forramos el interior de un molde desmontable de 20 cm. de diámetro, dejando que asome por los bordes. De esta manera al estar el papel mojado es más fácil que se ajuste mejor al molde. Reservamos.
3. Ponemos el queso crema en el bol de la batidora con el accesorio pala y batimos a velocidad baja unos segundos para que creme. Como en todas las tartas de queso, no debemos incorporar aire como si fuera un bizcocho, sino solo mezclar los ingredientes.
4. Añadimos el azúcar y mezclamos de nuevo hasta que se integre con el queso.
5. Incorporamos los huevos y mezclamos hasta integrar. Añadimos la nata y volvemos a batir suavemente hasta que esté bien mezclado. Lo más importante es que no queden grumos de queso, sino que tengamos una masa lisa y homogénea.
6. Tamizamos la harina y batimos de nuevo unos segundos hasta que se integre por completo.
7. Vertemos la mezcla en el molde y lo llevamos al horno, colocándolo en la parte más baja del mismo para que no se nos tueste en exceso la superficie. 
8. Horneamos los primeros 10 minutos a 200º sin ventilador, luego bajamos a 180º y horneamos otros 35-40 minutos. Después ponemos el ventilador y horneamos unos últimos 10 minutos más. Terminado el tiempo, apagamos el horno y entreabrimos la puerta del horno, y dejamos la tarta dentro con el horno apagado y la puerta entreabierta al menos una hora. Después sacamos del horno y llevamos a la nevera a que se enfríe por completo.

Cuando saquemos del horno la tarta veremos que aún está "temblona", que parece que aún está líquida si la movemos, pero veremos que luego al enfriarse solidifica por completo. Es una tarta que además mejora con el reposo, está más buena de un día para otro, por lo que es un postre perfecto para dejar preparado con antelación. Así que ¡aguantad! No os la comáis aún caliente y tened un poco de paciencia hasta que enfríe :)

Si aún no habéis probado nunca a hacer esta tarta, ya estáis tardado. Veréis que se prepara en un pispás, sin nada de esfuerzo y con ingredientes que solemos tener en casa, y es un éxito asegurado que os va a coronar como los reyes cocineros de vuestra casa. Hacedla y me contáis!

Besos!