Y nos quejábamos del frío.... No es por nada, pero esta ola de calor es todo un "Zas! En toda la boca!" . Hace dos días sacábamos el santo para que dejara de llover y saliera el sol, y hoy nos entran ganas de volver a sacarlo para que se vaya este calor tan horroroso... Que digo yo que un término medio no estaría nada mal, verdad?
Además, con estos calores se presenta un problema adicional, sobre todo para las reposteras y/o cocineras aficionadas como yo: ¿Quién es el valiente que se atreve a encender el horno? (digo esto justamente mientras estoy horneando un bizcocho de chocolate, y los goterones de sudor me caen por la frente: es un encargo, si no ni loca!).
Así que hay que buscar alternativas. Tartas cuajadas, sin horno, postres fresquitos... Y cuál es el postre fresquito por definición? Claro! El helado!
Debo confesaros que los helados no son precisamente mi perdición. No es que no me gusten, pero si me dijeran que no podría volver a probarlos es algo que no me quitaría el sueño. Siempre que vamos a una heladería y mi marido o mis amigos se piden una copa de helado a cuál más cargadita de diferentes sabores, yo prefiero optar por un super-extra-enorme vaso de granizado, preferiblemente de limón o de yogur, por ese orden. Me refresca mucho más y no me llena tantísimo como el helado.
Sin embargo, cuando pido un helado (porque ese día la conjunción de los planetas es la adecuada, y me da el punto) por supuesto una de las primeras opciones suele ser el chocolate. Que si lo combinamos con más chocolate y cookies con chocolate, pues mucho mejor, dónde va a parar. Así que si tenemos que ponernos a hacer helado, pues se hace, pero claro está, empezaremos por uno de chocolate!.
Este helado lo he hecho con heladera, pero en realidad, al llevar crema de yemas de huevo cocidas, sería más bien un parfait, y no sería necesario utilizar la heladera, pues la grasa de las yemas y de la nata en principio ya obrarían como anticristalizante.
Para esta receta yo he utilizado la Thermomix, porque simplifica mucho el trabajo, pero por supuesto, se puede hacer también sin ella.
Helado de chocolate con cookies
(Receta adaptada del libro Reposteria y Pastelería con Thermomix)
Ingredientes:
- 500 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.(
- 100 gr. de azúcar
- 35 ml. de azúcar invertido (la receta la podéis encontrar aquí)
- 70 ml. de agua
- 5 yemas de huevo
- 135 gr. de chocolate
- Galletas o cookies al gusto, troceadas (yo utilicé unas cookies que me quedaron de las que les regalé a las maestras de mis hijas).
Preparación:
- Troceamos las galletas, no dejándolas muy picadas. Reservamos.
- Montamos la nata, bien con la Thermomix, bien con una batidora de varillas, cuidando de no pasarnos o se nos hará mantequilla. Reservamos.
- Ponemos en el vaso el azúcar y el agua. Programamos 10 min., 100º, vel. 2.
- Cuando acabe el tiempo, incorporamos el azúcar invertido y volvemos a programar vel. 4, sin programar tiempo, y vamos añadiendo las yemas por el bocal de una en una. Cuando estén todas agregadas, volvemos a programar 2 minutos, 70º, vel. 4.
- Añadimos el chocolate troceado, programamos velocidad 1 (sin tiempo) y vamos subiendo la velocidad poco a poco hasta alcanzar la velocidad 6. Comprobamos que la mezcla ha quedado homogénea, si no fuera así volveríamos a batir unos segundos más a velocidad 6.
- Volcamos la mezcla en un bol grande, y la dejamos enfriar.
- Cuando ya no esté caliente, incorporamos la nata montada, mezclando con movimientos envolventes.
- Si no vamos a utilizar heladera, en este momento agregamos las galletas troceadas, lo mezclamos con una espátula para que se integre, ponemos toda la mezcla en un recipiente con tapa y lo llevamos al congelador.
- Si vamos a utilizar heladera, llevamos la mezcla (aún sin las galletas) a la nevera durante unas 4 horas. Después lo meteremos en la cubeta de la heladera (que deberá llevar en el congelador al menos 24 horas) y la ponemos en funcionamiento durante unos 30-40 minutos. Cuando lleve unos 15 minutos, vamos incorporando las galletas troceadas.
- Transcurrido ese tiempo, lo volcamos en un recipiente con tapa y lo llevamos al congelador (bueeeno, vale, podéis reservaros un poco para coméroslo directamente :-))
Os puedo asegurar que en este caso ni yo me pude resistir! El intenso sabor a chocolate, la cremosidad y los tropezones de cookies hacen de éste helado un pecado delicioso.
Espero que os guste!
Montes