Probablemente a primera vista no sea el postre que más llame la atención. De hecho, hoy mi cuñada, al verlos, ha arrugado la nariz y preguntado "qué era esa cosa". Sin embargo, puedo aseguraros que la cara le ha cambiado más tarde, cuando ha podido probarlo.
Y es que ese aspecto marroncillo granulado hace que estos pastelitos no resulten aparentemente muy apetitosos. Pero eso es por las fotos. Y porque no podéis olerlos. Entonces probablemente no pensaríais lo mismo. Y ya no os digo nada si pudiérais comerlos.