Me encantan las torrijas, desde siempre. Un gran incentivo de la Semana Santa. Aunque hasta que no vine a vivir a Madrid no era un postre que para mí tuviera relación con Semana Santa. Cuando vivíamos en Reinosa, las llamábamos torrejas, y era un dulce típico de Navidad, que todos los años por esas fiestas me preparaba mi abuela.
Pero ya sean torrejas o torrijas, ya sea en Navidad o Semana Santa, esta delicia tan humilde, nacida como receta de aprovechamiento, para mi gusto es uno de los dulces más suaves y exquisitos.
Sin embargo, para mí las torrijas tienen un gran problema: son fritas. Y yo odio freír. No sólo por la cantidad de grasa que le aporta (que también). Es que no soporto la idea de pasarme una tarde entera con la sartén llena de aceite caliente, friendo una torrija tras otra. No me pasa sólo con las torrijas, es una fobia en general. Cualquier tipo de alimento que tenga que ir frito, siempre intento buscar alguna alternativa para prepararlo de otra forma.
Por eso hasta ahora para comerme alguna torrija tenía que comprarla o depender de la benevolencia de algún familiar o amigo que sí se hubiese pasado las horas friendo tandas interminables de torrijas y quisiera compartir alguna conmigo, algo que yo agradecía profundamente.
Sin embargo, a partir de ahora ya podré abandonar la mendicidad torrijera, y podré hacerme barras y barras de pan sin necesidad de freír ni una sola rebanada. Debo reconocer que la reducción calórica en este caso es un plus adicional, porque para mí la gran ventaja es la reducción de tiempo y la facilidad de preparación. Además, el resultado es espectacular, no desmerecen en absoluto las torrijas hechas de manera tradicional. Mi marido, otro fan torrijero como yo, desconfiado en un principio al oír "voy a hacer unas torrijas al vapor", puso cara de deleite después al probar la primera torrija de la tanda, aún caliente. Así que podéis fiaros de esta receta, porque si a él le han gustado, es señal de que realmente están muy buenas!
El único handicap que le veo es que, lógicamente, necesitaremos algún aparato para generar vapor. Yo he utilizado la Thermomix, con el accesorio Varoma, pero también puede hacerse de igual manera si tenéis una vaporera.
Torrijas al vapor
(Fuente: Vorwerk. Para unas 12-14 unidades, dependiendo del tamaño)
Ingredientes:
- 1 barra de pan para torrijas, del día anterior.
- 1 l. de leche.
- 150 gr. de azúcar
- La piel de un limón
- 1 palo de canela
- 2 huevos
- Aprox. 30 gr. de mantequilla, derretida
- 6 cucharadas colmadas de azúcar y 2 cucharadas de canela, para rebozar.
Preparación:
- Ponemos en el vaso la leche con el azúcar, la piel del limón y la canela. Programamos 14 minutos, 90º, giro a la izquierda y velocidad cuchara.
- Mientras se infusiona la leche, cortamos el pan en rebanadas gruesas de unos 2 cm.
- Vertemos la leche en una bandeja, y dejamos que se temple. Cuando esté más fría, vamos remojando las rebanadas, dejando que se empapen muy bien. Reservamos.
- Derretimos la mantequilla al microondas, con cuidado de que no hierva. Reservamos.
- Batimos los huevos en un plato, y reservamos.
- Cortamos cuadrados de film transparente lo suficientemente grandes para envolver cada rebanada.
- Vamos engrasando los cuadrados de film de uno en uno con la mantequilla derretida, con ayuda de un pincel. Pasamos las rebanadas por el huevo batido y las vamos envolviendo de una en una en el film engrasado. Las colocamos en el Varoma.
- Ponemos 750 ml. de agua en el vaso de la Thermomix, y programamos 25 minutos, temperatura Varoma, velocidad 1 y 1/2. Pasados los primeros 5 minutos, quitamos el cubilete y colocamos el Varoma sobre la Thermomix.
- Mientras tanto, encendemos el horno en modo grill, a temperatura máxima.
- Mezclamos el azúcar y la canela para el reboce.
- Cuando termine el tiempo, desenvolvemos las rebanadas (con cuidado, porque estarán muy calientes) y las rebozamos en la mezcla de azúcar y canela. Las vamos colocando en una bandeja de horno, sobre la que habremos puesto un papel vegetal, y gratinamos 3 minutos.
- Sacamos del horno, colocamos en una fuente, y dejamos templar.
Creedme: si habéis remojado bien las rebanadas, obtendréis unas torrijas súper jugosas, realmente indistinguibles de las fritas, pero de una manera mucho menos engorrosa y además mucho más sana. No es que consigamos un postre ligero del todo, porque el azúcar, el huevo, el pan y la mantequilla no son ingredientes precisamente light. Pero seguro que algunas calorías menos y sobre todo menos grasa sí que tendremos.
Y si además queréis probar a hacer vuestro propio pan de torrijas, podéis probar con esta receta. Os aseguro que no volveréis a comprarlo más!
Y si además queréis probar a hacer vuestro propio pan de torrijas, podéis probar con esta receta. Os aseguro que no volveréis a comprarlo más!
Animáos a probarlas y me contáis.
Besos!
Montes
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu comentario, me hace mucha ilusión! Los leo todos e intento contestarlos enseguida. Besos a tod@s!