Truco o trato!!!! Pues creo que esta vez mejor trato, porque no me ha gustado el truco...

domingo, 28 de octubre de 2012



Esta semana pasado he estado fuera de casa, de viaje por Italia. Y no es que sea pariente de Willy Fogg, sino que en esta ocasión mi santo y yo estábamos celebrando los diez años de casados. Que como es algo que no se celebra todos los días, merecía algo especial... Por eso nos hemos pasado los últimos 8 días en Toscana, visitando lugares y ciudades maravillosas, comiendo cosas muuuy ricas.... pero ello ha supuesto que hemos vuelto reventados! Si, los diez años que han pasado lo han hecho para todo, ya no estamos hechos unos pimpollitos y el cansancio hace mella en los cuerpos, jajaja!



Total, que aterrizamos ayer a las ocho de la tarde, y esta mañana, apenas terminé de recoger las maletas y organizar un poco la casa y la comida, aprovechando que el cambio de hora jugaba a mi favor (tenía una hora de más para mí!!!), decidí encender el horno.

La semana pasada, antes de marcharme de viaje, vi en el folleto de publicidad de Lidl un preparado para hacer cupcakes de Halloween. Esto es:



Cupcakes de chocolate y frosting de sabor a chicle!!! Hum, no sé.... Pero en fin, como todo lo que lleve la palabra "cupcake" debe pasar por mis manos para ser convenientemente valorado, le encargué a mi madre que me comprara una caja del preparado en cuestión.

Así que esta mañana ahí estaba yo, con una hora disponible y una caja de preparado-súper-rápido-para-hacer-cupcakes-en-un-pispás. Mmmmmmm, creo que vamos a probarlo!

La verdad es que no soy muy amiga de preparados de este tipo, creo que no es complicado hacer unas magdalenas caseras con ingredientes naturales, que siempre tenemos por casa, y cubrirlas con una buttercream o un frosting normales tampoco es demasiado complicado ni especialmente laborioso. Pero no podemos saber si algo está bien o mal hasta que no lo probamos, así que allá vamos!

La preparación de los bizcochitos es realmente superfácil, simplemente añadir al polvo que te trae el preparado 100 ml. de aceite, 100 ml. de leche y 1 huevo, y batirlo hasta que esté totalmente integrado. En la caja se indicaba que la cantidad resultante daba para unas 12 unidades, pero la verdad es que a mí sólo me han salido 9.



A primera vista, han quedado bastante altas, con copete (quizá por eso sólo me salieron 9, a lo mejor tenía que haber echado menos cantidad en cada cápsula :-), aunque sólo las rellené en 2/3 de su capacidad, como normalmente). Y la verdad es que no están malas: el resultado es un bizcocho esponjoso y bastante ligero, y con un rico sabor a chocolate.

Pero ahora viene la parte chunga :-) Para preparar el "frosting sabor a chicle" sólo hay que añadir 250 ml. de leche fría a los polvos que vienen en la caja, y batir a velocidad alta mínimo 3 minutos. Cuando terminé de batir, lo metí en una manga pastelera y lo dejé un rato en la nevera, porque me parecía que le hacía falta coger un poco de cuerpo para poder decorar con ello.

Cuando lo saqué, afortunadamente se me ocurrió probar un poco antes de ponerme a decorar como loca (obviamente la parte más divertida de todo el proceso!). Ajjj! Eso desde luego no sabía a chicle, el sabor es díficil de describir, me recordaba a los caramelos efervescentes baratos que vienen a veces de relleno en los conos de chucherías de los cumpleaños...... Hasta mi minichef primera, después de probarlo, hizo una mueca y lo único que alcanzó a decir fue "Bueno.... cuando te acostumbras no sabe tan malo...."



Total, que ya que lo había hecho, decidí cubrir sólo dos cupcakes, para hacerle las fotos, pero con la intención desde luego de quitarle ese frosting indescriptible antes de comerlos.Los demás los dejé tal cual, porque como magdalenas de chocolate están bastante buenas.



En fin, todo esto me ha servido para reafirmarme en la opinión de que lo mejor y más rico es lo natural y hecho en casa. Pero al menos he pasado un buen rato y he aprovechado el frosting que no utilicé para enseñar a mi minichef primera cómo hacer decoraciones varias con la manga pastelera :-) Y ella se lo ha pasado fenomenal!

Muchos besos a tod@os!

Viaje al paraíso del chocolate...

martes, 16 de octubre de 2012



Creo haber dicho que me gusta el chocolate, verdad? Pues entonces imaginaos lo que es ir de viaje a Bélgica, un lugar en el que, nada mas bajar del avión, a lo primero que hueles es a chocolate.... Y hay tiendas de chocolates por todas partes, chocolate en todas sus posibles formas: bombones, tabletas, piruletas, fuentes de chocolate, figuritas...



Un verdadero suplicio... No veais lo que cuesta no arrasar con todo!




Por supuesto, si vas de visita a Bruselas no puedes dejar de ver el famoso Manneken Pis... aunque sea en su versión de chocolate! :-)



También es obligada la cata de los gofres (wafles), típicos de Bélgica.



Son típicos los Speculoos, que son una especie de galletas especiadas normalmente de motivos navideños, aunque las he visto de todas las formas y tamaños imaginables. Las especias que se usan para hacer las Speculaas son la principal característica distintiva de estas galletas. Se trata de una mezcla de canela (8 partes), nuez moscada (2), clavo (2), jengibre en polvo (1), cardamomo (1) y pimienta blanca (1).



Por supuesto, es obligatorio (creo que te lo ponen como requisito para entrar al país) el pasarse por cualquiera de la (numerosas) tiendas Godiva.



Ésta es la de la Grand Place de Bruselas, pero hay muchas. Reconozco que es (muy) cara, pero es que está tannnnn bueno.... Me llamó la atención ver que vendían fresas frescas cubiertas de chocolate negro (a seis euros y medio el cucurucho, y creo que venían cuatro...).




Pero, por supuesto, no podía hacer turismo como Dios manda sin buscar cupcakes.... La verdad es que no encontré muchos sitios donde los vendieran, tan sólo un par en Brujas y otro en Gante.

Éste pequeno salón de té de Brujas está cerca del Beaterio. El sitio era pequeñito, pero tenían bastante surtido!

Tenían Red Velvet!


Y estaba muy bueno! El frosting de queso era dulce en su punto justo, sin pecar de empalagoso. Y el bizcochito estaba muy jugoso, y se apreciaba perfectamente el sabor del cacao.

En Gante, al lado del castillo de los condes de Gante, había una pastelería preciosa, Julie's House. Desde luego el escaparate llamaba mucho la atención.





 
Aquí pedí un cupcake de plátano y chocolate negro, con buttercream de chocolate. Desde luego la pastelería era mucho más "pija" y la presentación mucho mejor que el de Brujas, pero el cupcake no me gustó tanto. El bizcocho estaba bueno (sobre todo porque tenía enoooormes trozos de chocolate belga negro dentro!), pero encontré el buttercream demasiado mantequilloso.



En fin, para tres días escasos que ha durado mi visita a Bruselas, Brujas y Gante, no puedo decir que no me haya cundido... :-)


P.D. Y en breve, de nuevo de viaje!!!!






Cupcakes otoñales: de plátano y chocolate!

lunes, 8 de octubre de 2012



El domingo vinieron mis padres a casa y mi madre, tras echar un vistazo al frutero, me dijo: "A ver si tiras estos plátanos, que tienen una pinta..." ¡Pero que dices! ¡Tirarlos! Pero si están bien, solo un poco maduros.... Bueno, bastante maduros. Pero de tirar, nada de nada. Así que ¿qué puedo hacer yo con ellos? Pues los aprovecharé para hacer unos cupcakes, claro!

Pero ¿Con qué mas los hago? La idea me la dio Alicia, de Belle Cupcakes, que ayer hizo unos muffins espectaculares con pepitas de chocolate. Y es que con el plátano el chocolate va fenomenal!

Así que, con ayuda de mi minichef Primera, debidamente pertrechada con su correspondiente delantal, me puse al lío.

Ingredientes:

- 1 taza de azúcar
- 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 taza y media de harina
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1/2 taza de leche
- 1 cucharadita de sal
- 3 plátanos pequeños maduros
- 120 gramos de pepitas de chocolate (o las que se quieran, sin ansiarse!)

Para el frosting:

- 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 gramos de azúcar glas o icing sugar.
- Tres cucharadas generosas de cacao en polvo sin azúcar (yo uso Valor).

Primero pelamos los plátanos y le quitamos las cuerdas. Los aplastamos con un tenedor hasta hacerlos puré y reservamos.

Ponemos la mantequilla en la batidora de varillas y batimos. Añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta conseguir una crema suave. Añadimos los huevos, de uno en uno, hasta que estén completamente integrados. Echamos la esencia de vainilla y la leche, y lo batimos todo.

En un bol tamizamos la harina con la levadura y la sal. Lo incorporamos al bol de la batidora y lo mezclamos hasta que este todo integrado, sin sobrebatir. Después añadimos el puré de plátano y terminamos de batir, acabando de incorporarlo todo con la espátula.

Para evitar que las pepitas de chocolate se nos vayan todas al fondo de la masa al hornearlas, las "rebozamos" ligeramente en harina y las incorporamos a la masa, removiendo suavemente con la espátula.

Rellenamos las cápsulas hasta 2/3 de su capacidad y horneamos mas o menos unos 22 - 25 minutos a 180 grados con calor arriba y abajo, o a 165 grados con ventilador. En este caso primero comencé sin ventilador, pero a los 10 minutos le puse el ventilador bajando un poco la temperatura, porque me parecía que no prosperaban. Como al añadirle el puré de plátanos la masa queda bastante húmeda, es necesario hornear estos cupcakes un poco mas que otros.

Cuando hayamos comprobado con un palillo que los cupcakes están hechos, los sacamos, dejamos reposar dentro del molde 5 minutos y después los dejamos enfriar en una rejilla.



Para hacer el buttercream de cacao, batimos la mantequilla hasta que este cremosa, y añadimos el azúcar glas y el cacao, previamente tamizados. Batimos primero a velocidad baja (tapando con un trapo húmedo la máquina) y luego a velocidad más alta. Si es necesario añadimos un chorrito de leche para terminar de integrar la mezcla. Yo no lo eché.

Introducimos la buttercream en una manga pastelera y dejamos enfriar un rato en la nevera, para que coja cuerpo. Decoramos al gusto.


La verdad es que cuando terminé de hacerlos, la cocina olía increiblemente bien a plátano y, sobre todo a chocolate.... Os animo a hacerlos porque, de verdad, están buenísimos! Puede dar fe mi Minichef Segunda, que en vez de ayudar a hacerlas, ayudó a comerlas!

Besos a tod@s!


Primera receta: Cupcakes de arándanos!

martes, 2 de octubre de 2012



Soy golosa. Sí, lo reconozco. No me gusta el dulce excesivo, no me gusta que empalague ni que dé pinchazos a los lados de la boca, pero sí lo dulce en general. Sobre todo el chocolate. Es mi perdición. Si voy a un restaurante, a la hora de decidir el postre mi criterio es muy simple: ¿Hay algo con chocolate?

Cuando comencé a experimentar con la repostería, lo primero que pensé es que ahora iba a poder probar todas las formas posibles de jugar con el chocolate: masas de chocolate, rellenos de chocolate, coberturas de chocolate.... Y no os voy a engañar, la verdad es que sigo pensando lo mismo. Pero cuando hice estos cupcakes tuve que modificar un poco mi lista de preferencias.



Porque desde entonces estos son mis cupcakes favoritos.

Todo empezó cuando, tras las vacaciones, una compañera de mi marido, que había estado de viaje por Francia, nos trajo un tarrito de confitura de arándanos artesana. He aquí el cuerpo del delito:


No es que no me gusten los arándanos; sí me gustan, pero la verdad es que las tartas que suelen estar hechas con ellos no son lo que más me llama la atención. Por eso, al ver la confitura, pensé: "Pues para aprovechar esto, podría probar a hacer unos cupcakes...."

Así que dicho y hecho. Al lío, que ya me queman las manos (en cuanto se me ocurre alguna cosa, tengo que hacerlo pero ya! Si no me pongo nerviosa....)

Ingredientes del cupcake (pongo algunas cantidades en tazas y en cucharas porque, desgraciadamente, este es un mundo anglosajón, y el sistema métrico decimal no lo llevan muy bien.... Prometo subir pronto una tabla aproximada de equivalencias, para quienes no tengais a mano unas tazas y cucharas medidoras). Con esta receta salen aproximadamente unos 14-15 cupcakes, depende de cuánto rellenes los moldes....

- 1 taza de azúcar (normal, de la blanquilla de toda la vida)
- 125 gramos de mantequilla a temperatura ambiente (importante)
- 2 huevos (a la misma temperatura que la mantequilla: importante)
- 1 taza y media de harina normal de todo uso
- 1 cucharadita (teaspoon) y media de levadura en polvo
- Un pellizco de sal
- Media taza de nata (35% de materia grasa)
- Tres cucharadas generosas de nuestra confitura de arándanos.

Lo primero, debemos precalentar el horno. Yo lo pongo a 180º sin ventilador, con calor arriba y abajo; si le poneis con ventilador, entonces mejor ponerle a 160º. Aunque esto depende de cada horno (PRIMERA LEY FUNDAMENTAL DE LA REPOSTERIA: CADA HORNO ES UN MUNDO. Esto lo oireis millones de veces....)

Antes de comenzar, debemos haber sacado previamente a atemperar tanto la mantequilla como los huevos. Es importante que los huevos no estén más fríos que la mantequilla, o de lo contrario se nos podrían cortar cuando los batamos. No tendría mayor importancia, se arreglaría posteriormente añadiendo la harina, pero no sé, yo prefiero que no me pase....

Con una batidora de varillas (para hacerlo a mano tendríais que ser Hulk, terminarías con unos brazos como los de Popeye), comenzamos batiendo la mantequilla a velocidad media hasta que comience a blanquear. Le añadimos el azúcar y continuamos batiendo hasta conseguir una crema suave.

Luego añadimos los huevos, ligeramente batidos, primero uno hasta que esté totalmente incorporado, y luego el otro. Cuando esté todo integrado, añadimos la nata y mezclamos de nuevo.

En un bol tamizamos la harina con la levadura y la sal, y lo incorporamos a la mezcla anterior. No hace falta que lo batamos demasiado, al contrario, si lo batimos en exceso el bizcocho nos quedará duro. Terminamos de mezclar con una espátula de goma, con movimientos envolventes.

Por último, añadimos las cucharadas de confitura, y mezclamos igualmente con la espátula, suavamente, hasta que esté totalmente mezclado.

Preparamos un molde con las cápsulas de papel, y rellenamos cada cápsula aproximadamente en 2/3 de su capacidad. No queremos que nos quede copete, sino que debe quedar planito para poder decorarlo, así que no debemos rellenar en exceso las cápsulas. Lo llevamos al horno, aproximadamente entre 15 y 18 minutos, depende de cada horno (recordad la PRIMERA LEY FUNDAMENTAL DE LA REPOSTERIA...) En mi horno son 17 minutos. Importante no abrir el horno en los primeros minutos de la cocción, o se nos bajarían por completo los bizcochitos. Al final de todo, para comprobar si están hechos, basta con introducir un palillo de los de brocheta o un cake tester en uno de ellos, y si sale limpio, estarán hechos.

Los sacamos del horno y los dejamos unos cinco minutos en el molde. Después, los pasamos a una rejilla, para que circule el aire, y que se terminen de enfriar.




Ingredientes para el frosting

Antes de nada, he de decir que el buttercream como tal no es mucho de mi agrado. La mayoría de las recetas que he visto llevan una cantidad (en mi opinión) exagerada de azúcar (tiene su lógica: cuanto más azúcar, más firme quedará), y ello hace que resulten demasiado dulces. Por eso, cuando veo una receta que incluye buttercream, suelo "adaptarlo" a mis gustos, aún a riesgo de que quede menos firme para posteriormente decorarlo. Pero eso es cuestión de gustos, cuando probeis vosotros podreis decidir la cantidad de azúcar que queráis añadir. Yo suelo añadir 150 gramos de azúcar por cada 100 gramos de mantequilla, y creo que es suficiente para conseguir un buttercream firme para decorar con la manga, pero que no quede demasiado empalagoso.

En este caso, como le vamos a añadir además confitura, he reducido ligeramente la cantidad de azúcar.

- 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 gramos de azúcar glas o icing sugar
- 2 cucharadas de nata
- 2 cucharadas (generosas) de confitura de arándanos

Batimos la mantequilla hasta que nos quede una crema suave y añadimos el azúcar, que deberemos haber tamizado previamente. Yo utilizo icing sugar de la marca Tate & Lyle porque, a pesar de que a simple vista parezca igual que el azucar glas normal, a la hora de degustar el buttercream encuentro que es mucho más fino, y hace que no se noten tanto los granillos de azúcar en la crema. Pero si no lo encontrais, no pasa nada, se puede utilizar azúcar glas normal del que encontramos en cualquier supermercado (OJO, no vale el casero, debe ser comprado, porque aunque no se aprecie diferencia, es muchísimo más fino).

Cuando añado el azúcar, paro la máquina, lo añado y lo tapo todo con un trapo húmedo, para evitar que toda mi cocina se llene de polvillo y me parezca estar en Londres.

Se bate el azúcar con la mantequilla, primero a velocidad media y luego a velocidad alta, hasta que consigamos una mezcla blanca y que haya doblado su volumen, mínimo unos 5 minutos. Entremedias del proceso, añadimos la nata y continuamos batiendo. Después, añadimos la confitura y volvemos a batir hasta que se integre por completo.

Introducimos el buttercream dentro de una manga pastelera con la boquilla que prefiramos (en mi caso utilicé la 1M de Wilton) y lo llevamos un ratito a la nevera para que coga un poco más de cuerpo.

Y por fin, la parte divertida: decorar! En este caso hice unos copetes con la boquilla, empezando de fuera hacia dentro y luego subiendo en espiral, y terminé con unas bolitas de azúcar rosas y blancas.

He de confesar que el resultado estaba taaan bueno, que no había pasado ni una semana cuando repetí la receta, aprovechando una comida con amigos, aunque esta vez los hice en tamaño mini, lo que facilitaba claramente el transporte....




 Pues nada, espero que si probais la receta, os guste tanto como a mí, y luego me conteis qué tal....

Muchos besos!

Y comenzamos!

lunes, 1 de octubre de 2012

Tras meses de hornear pastelitos como loca, de probar y probar recetas sin ningún orden definido, guardando las fotos donde podía (léase móvil, iPad, cámara o cualquier otro aparato que hiciera fotos y me pillara más a mano), sin llevar un registro de todas las recetas, ni de los éxitos (algunos) ni de los fracasos (bastantes también, nadie es perfecta :-)), finalmente me he decidido a publicar un blog; uno más de los cienes y cienes de blogs de repostería que hay en el mundo, pero para mí éste va a servir también de "diario-recetario" de todos los experimentos que vaya haciendo, así podré dejar constancia tanto de qué cosas puedo repetir en un futuro, como de aquellas que sería mejor no volver a probar....

No quiero, ni puedo, comprometerme a llevar el blog con una periodicidad establecida, porque, además de esto, tengo mi trabajo, mi familia (un marido y dos niñas pequeñas que son mi vida pero que se llevan casi todo el tiempo libre de que dispongo). Pero pretendo aprovechar estas entradas también como una pequeña vía de escape, y que si además me permite conocer a más personas a quienes, como a mí, les guste este maravilloso y aaaaamplio mundo, pues mucho mejor.

En fin, lo dicho.... Comenzamos!

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