Tarta mousse de queso, chocolate y Filipinos. Receta sin horno

Hoy toca una receta muy fácil, de esa que nos gustan siempre, que vienen genial si tenemos que preparar un postre rápido y no tenemos muchas ganas de complicarnos demasiado. ¿Y si nos animamos con esta tarta de mousse de queso y chocolate con Filipinos?

Lo mejor de todo es que no lleva horno. Es de esas tartas que consisten tan solo en mezclar los ingredientes y dejar reposar. Y el frigorífico obrará su magia. Tachán. Unas horas de reposo y tarta lista! Bueno, vale, esta tarta lleva algún paso más, pero nada que no podamos hacer en unos 20 minutos escasos. Y verdaderamente el resultado merece la pena ese pequeño trabajo extra.

Cuando este mes llegó la Degustabox y vi, entre tantas cosas ricas (muchas de las cuales no tenían posibilidades de llegar a formar parte de los ingredientes de ninguna receta porque ni siquiera llegaron vivas a esa misma noche) un paquete de las nuevas galletas Filipinos con chocolate con leche, con lo que me gustan, supe inmediatamente de qué iba a ser la receta de este mes.

Tarta mousse de queso, chocolate al caramelo y Filipinos (receta sin horno)

(Adaptada -mucho- de Manu, de Cocinando con Catman. Para un molde desmontable de 23 cm. de diámetro)

Ingredientes:

• Para la base:
• 400 gr. de galletas tipo Digestive
• 150 gr. de mantequilla fundida
• 1 chorrito de leche
• Para la tarta:
• 6 claras de huevo
• 1/2 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
• 60 gr. de azúcar
• 450 gr. de queso crema tipo Philadelphia
• 200 gr. de chocolate para postres
• 235 gr. de galletas Filipinos, más unos 150 gr. más para decorar
• 5 hojas de gelatina neutra

Preparación:

1. Trituramos las galletas Digestive. Añadimos la mantequilla fundida y el chorrito de leche. Mezclamos todo muy bien y vertemos la mezcla en un molde desmontable de 23 cm. de diámetro. Repartimos por todo el fondo y presionamos bien para prensar la mezcla. Podemos ayudarnos con el fondo de un vaso para que quede igualada y lisa. Llevamos el molde al congelador.
2. Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un bol con agua fría.
3. Ponemos las claras en el bol de la batidora de varillas y añadimos el cremor tártaro (opcional: ayuda a estabilizar las claras. Si no tenemos, podemos sustituirlo por un par de gotas de zumo de limón). Batimos primero a velocidad media y luego subimos la velocidad al máximo. Cuando estén semimontadas bajamos la velocidad al mínimo y añadimos el azúcar en cascada. Volvemos a subir la velocidad al máximo y continuamos batiendo hasta que estén montadas por completo y formen picos duros. Reservamos.
4. Trituramos los Filipinos, no demasiado, sino dejando que queden trozos un poco gruesos.
5. Derretimos el chocolate al microondas, con cuidado de que no se queme, en intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez, hasta que esté completamente fundido. Reservamos.
6. Ponemos la mitad del queso en un cazo a fuego medio y calentamos, removiendo con una cuchara, hasta que tenga una consistencia más líquida. Retiramos del fuego.
7. Escurrimos bien las hojas de gelatina y las añadimos a la crema caliente de queso. Removemos bien hasta que se disuelvan por completo. Incorporamos el resto de queso y el chocolate derretido y removemos hasta que esté todo muy bien mezclado.
8. Incorporamos esta mezcla a las claras montadas, y mezclamos suavemente con ayuda de una espátula de goma, con movimientos envolventes, hasta integrar por completo.
9. Por último, añadimos los filipinos troceados, volvemos a mezclar bien, y vertemos la mezcla en el molde, repartiendo bien y alisando la superficie con la espátula. 
10. Tapamos con film transparente y llevamos a la nevera un mínimo de 4-5 horas, o mejor de un día para otro.
11. Antes de servir, pasamos un cuchillo por el borde de la tarta y desmoldamos. Decoramos los laterales con más filipinos y los que nos queden los trituramos y los utilizamos para decorar la parte superior.

Una tarta suave, cremosa, con chocolate y con trocitos de galleta en su interior que hacen un contraste delicioso. Estoy segura de que esta tarta os va a encantar y no podréis hacerla una sola vez!

Besos!
Montes