De nuevo estamos casi a finales de octubre, y de nuevo comienzan todas las webs del mundo, independientemente de su procedencia, a llenarse de fotos, ideas, imágenes o recetas relacionadas de alguna manera con Halloween.
Reconozco que es una fiesta con la que no me siento especialmente identificada. Me parecía un poco artificial hacerla nuestra cuando realmente aquí nunca ha habido ninguna tradición de celebrarla.
Reconozco que es una fiesta con la que no me siento especialmente identificada. Me parecía un poco artificial hacerla nuestra cuando realmente aquí nunca ha habido ninguna tradición de celebrarla.
Sin embargo, creo que poco a poco lo voy viendo desde otra perspectiva. Hay que reconocer que a los niños les encanta: todo lo que rodea Halloween es divertido: disfraces, un montón de chuches, poder dar y recibir sustos con las carcajadas que ello conlleva... Creo que no procede pensar demasiado: si tiene connotaciones paganas, si no forma parte de nuestra tradición, si no es más que otra estrategia comercial para conseguir ventas en una época valle antes de Navidad, si es demasiado siniestro para tratarse de una fiesta infantil, si se les inculca a los niños un gusto por lo macabro... Son todos argumentos que se oyen en contra de Halloween, cierto, pero creo que lo que hay que ver es sólo la parte positiva, sin entrar en sesudas y demasiado analíticas consideraciones. ¿Los niños se divierten? ¿Lo pasamos todos bien haciendo de brujas y vampiros? Si la respuesta es sí, creo que no hace falta pensar mucho más.
Estos cupcakes son ideales para prepararlos con niños: no hace falta demasiada técnica, tan sólo una boquilla redonda y un montón de buttercream rosa. Si además contamos con unas cuantas jeringas para poder rellenarlas de sirope de fresa, el efecto gore está asegurado, y la diversión también.
Cupcakes de cerebros (cupcakes de vainilla con buttercream de sirope de fresa)
(Receta para sólo 6 unidades)Ingredientes:
- 1 huevo L
- 65 gr. de azúcar
- 20 gr. de aceite de girasol
- 1/2 cucharadita (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla
- 30 ml. de leche
- 55 gr. de harina
- 1/2 cucharadita (tsp.) de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- Sirope de fresa para rellenar
- 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 150 gr. de icing sugar o azúcar glas
- 2 cucharadas (Tbsp.) de sirope de fresa (o al gusto)
- 1 gota de colorante en gel rosa (yo he utilizado Burgundy de AmeriColor)
- 6 jeringuillas de plástico desechables (se compran en la farmacia)
- Más sirope de fresa para rellenar las jeringuillas
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
- Preparamos la bandeja para cupcakes con las capsulas elegidas. Reservamos.
- Batimos el azúcar y los huevos hasta que blanqueen. Añadimos el aceite y batimosde nuevo hasta que quede cremoso.
- Incorporamos la leche y la vainilla y mezclamos de nuevo.
- Añadimos la harina y la levadura, tamizadas, y la sal, y removemos suavemente, sin batir, hasta que esté todo integrado y no queden grumos.
- Rellenamos las cápsulas hasta un máximo de 2/3 de su capacidad, y horneamos unos 20-22 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo en el centro de un cupcake salga limpio.
- Cuando estén hechos, sacamos del horno y dejamos atemperar unos 5 minutos dentro de la bandeja. Luego los sacamos y los dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
- Cuando estén completamente fríos, les hacemos un agujero con ayuda de un vaciador de cupcakes o un descorazonador de manzanas, y los rellenamos con sirope de fresa, Volvemos a poner la tapa y reservamos.
- Preparamos la buttercream: en el vaso de la batidora, batimos la mantequilla hasta que esté cremosa. Añadimos el icing sugar, tamizado, y teniendo la precaución de tapar la batidora con un trapo húmedo para evitar que se nos llene la cocina de azúcar en suspensión, batimos primero a velocidad baja y luego vamos subiendo hasta el máximo. Continuamos el batido un mínimo de 5 minutos. Añadimos el sirope de fresa y el colorante, y batimos un par de minutos más.
- Rellenamos con la crema una manga pastelera en la que habremos colocado una boquilla redonda pequeña. Hacemos la forma de los cerebros, y terminamos pinchando una jeringuilla rellena de sirope en cada cupcake.
Estos cupcakes terminaron convirtiéndose en la merienda de todos los niños de mi bloque, que estuvieron encantados de hincarles el diente a unos cerebros tan dulces.
Espero que os animéis a probarlos!
Besos
Montes
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