Tenía esta receta preparada desde este verano. La hice cuando los calores apretaban y la idea de encender el horno producía sudor frío. Os imaginaréis que a día de hoy no queda ni una miguita y que el refrescante sabor de limón y la suavidad de la crema son solo un recuerdo... Pues no. Porque aunque no haya podido publicarla hasta ahora, no he podido evitar repetirla. Esta tarta cremosa de limón y arándanos es tan fácil de hacer y está tan buena que no da nada de pereza!
Es de esas tartas perfectas cuya elaboración es tan simple como preparar la base, mezclar los ingredientes del relleno y dejar enfriar. Sin gelatinas, sin preparados para cuajada... Conseguimos una tarta súper cremosa, con una textura suave pero lo suficientemente consistente como para que no se desparrame cuando la cortemos.
Es una receta genial tanto para principiantes como para reposteros consumados, y gustará a los locos fanses del limón como yo pero también a todos los demás seres humanos del mundo mundial. Porque aunque el ácido del limón y de los arándanos está presente, es suavemente contrarrestado por el dulzor de la leche condensada y del glaseado. ¿Seguro que no se os están poniendo los dientes largos?
Tarta cremosa de limón y arándanos
(Receta adaptada de Mom on time out. Para un molde rectangular desmontable de 35 cm.)Ingredientes:
- Para la base:
- 300 gr. de galletas tipo Digestive
- 100 gr. de mantequilla fundida
- Para el relleno:
- 120 ml. de zumo de limón
- Ralladura de un limón
- 300 gr. de queso crema tipo Philadelphia
- 200 gr. de leche condensada
- Para el glaseado:
- Zumo de un limón
- 60 gr. de azúcar
- 1 cucharadita (tsp.) de Maicena
- 170 gr. de arándanos
- Ralladura de un limón
Preparación:
- Derretimos la mantequilla en el microondas con cuidado de que no hierva.
- Trituramos las galletas y le añadimos la mantequilla. Mezclamos bien hasta conseguir una textura como de arena mojada, y la vertemos en el molde, presionando muy bien en el fondo y los laterales para que quede bien compacto.
- Llevamos al congelador mientras preparamos el relleno.
- En el bol de la batidora de varillas ponemos el queso crema y lo batimos a velocidad alta durante unos 2-3 minutos.
- Añadimos la leche condensada y batimos de nuevo unos minutos más, hasta que la mezcla esté esponjosa.
- Añadimos el zumo y la ralladura de limón y batimos de nuevo un minuto más hasta integrar bien.
- Sacamos el molde del congelador y vertemos el relleno, repartiéndolo bien, y llevamos al frigorífico unas 6-8 horas (o toda la noche, como hago yo).
- Antes de servir la tarta preparamos el glaseado: en un cazo a fuego medio ponemos el zumo de limón con el azúcar y la maicena, y calentamos, removiendo continuamente, hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
- Colocamos los arándanos (limpios y sin rabito) encima de la crema y vertemos con cuidado el glaseado por encima. Terminamos repartiendo por encima la ralladura de limón.
Supongo que ahora entenderéis por qué esta tarta se ha convertido en un must en mi casa. Lo tiene todo, papi: fácil, básica y sobre todo, buenísima. ¿Hace un trocito?
Si os animáis a probarla, no olvidéis contarme qué os pareció y enviarme fotos del resultado (si llegáis a tiempo para sacarle fotos antes de que desaparezca!).
Besos!
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