No se si os he contado que en casa soy la rara a la que no le gusta la ensaladilla rusa. Es curioso, porque la verdad es que me gustan todos los ingredientes que la componen. Pero me gustan por separado, cuando se juntan no sé qué ocurre que no puedo con el resultado. La ensaladilla rusa no es para mí.
Algo parecido me ocurre con el gazpacho tradicional. En mi casa siempre se ha preparado con pepino, y es verdad que mi historia con el pepino se resume en un odio ancestral superior a mis fuerzas. No puedo con él, no soporto cómo huele ni como sabe, y sólo con que entre en contacto con algún alimento ya lo convierte en "comida non grata" para mí. Y como siempre he identificado el gazpacho con el sabor del pepino, estuve muchos años eliminando de mis veranos esta sopa fría tan refrescante.
Pero afortunadamente, harta de tener que explicarlo cada vez que alguien me preguntaba "¿Pero de verdad NO te gusta el gazpacho?", hace unos años se me ocurrió la brillante (y sobre todo original e inédita - modo ironía on) idea de eliminar el pepino de la ecuación. Mi madre puso el grito en el cielo al oír tal afrenta contra nuestra gastronomía patria, puesto que para ella, como os decía, el gazpacho se hace SIEMPRE con pepino. Pero mira, una de las ventajas de hacerte tu propia comida es poder hacer LO QUE TE DE LA GANA. Y si no lo quieres poner pepino al gazpacho, pues no se lo pones. Y oye, que no se acabó el mundo. Todo lo contrario, se abrió todo un mundo nuevo de posibilidades para mí, pues descubrí que el gazpacho SIN PEPINO me encanta, y desde entonces puedo disfrutar de él en verano como el resto de los mortales (mortales españoles, al menos).
Como os decía, desde entonces ese nuevo mundo de posibilidades me ha hecho disfrutar de gazpachos tradicionales sin pepino, de gazpachos de fresa, de cerezas, y este que os traigo hoy: gazpacho de sandía, uno de mis favoritos. Es un gazpacho muy suave, pues el dulzor de la sandía atenúa el ácido del tomate y le da un extra de frescor. Tomado bien frío es perfecto para hidratarse al tiempo que nos llenamos de un montón de vitaminas sin apenas calorías, pues tan sólo lleva una mínima cantidad de aceite de oliva virgen extra.
Además, en esta ocasión he utilizado para este gazpacho el pan rallado Frumen especial para gazpachos y salmorejos. Es un pan de hogaza molido fino que queda perfecto para el gazpacho, pues se integra perfectamente, espesando ligeramente sin dejar ningún grumo.
Este producto venía en mi caja Degustabox del mes de junio, entre un montón más de novedades. ¡Que ilusión me ha hecho ver que venían también dos sobres de Tang, pensaba que ya no existían! No sé vosotros, pero el Tang fue protagonista de muchos momentos de mi infancia, cuando causaba furor entre niños - y no tan niños.
Por si alguien no lo sabe, la Degustabox es una caja de suscripción mensual, donde a cambio de un precio fijo (14,99€) recibes en tu casa un lote de 10 a 15 productos de primeras marcas, no muestras sino productos novedosos. Y si estáis interesados en probarlo, si utilizáis el código DB9 el precio final (gastos de envío incluidos) será de 5,99€ para la primera caja. Teniendo en cuenta que el valor real de los productos en el mercado es de casi el doble del precio habitual de la caja, la verdad es que es una oportunidad estupenda para poder probar muchas novedades por mucho menos de lo que nos costaría. Además, no hay compromiso de permanencia, por lo que en cualquier momento se puede cancelar la suscripción sin ningún problema.
Gazpacho de sandía.
(Receta de Montes Ortiz)
Ingredientes:
- 600 gr. de tomates, pelados.
- 500 gr. de sandía, limpia y sin pepitas
- 40 gr. de pimiento verde
- 80 gr. de cebolla
- 1/2 diente de ajo (con el germen quitado)
- 20 gr. de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de pan rallado Frumen especial para gazpachos y salmorejos
- Agua (al gusto, para ajustar la textura)
- Sandía cortada en cubitos pequeños, para acompañar.
Preparación:
- Lavamos y pelamos los tomates. Los ponemos en el vaso de una batidora y le añadimos el resto de los ingredientes, excepto el agua. Trituramos un par de minutos a velocidad máxima (si utilizamos Thermomix, ponemos 2 minutos velocidad progresiva 5-10) hasta que quede bien fino.
- Comprobamos la textura y añadimos un poco de agua si lo vemos necesario, en función de si os gusta más o menos espeso. Batimos unos segundos más para que se mezcle bien. Guardamos en la nevera y servimos bien frío, acompañado de un poco más de sandía cortada en cubitos.
Un truco que utiliza mi madre para enfriar el gazpacho más rápidamente es, en vez de añadir agua al final de la receta, incorporar unos cuantos cubitos grandes de hielo y triturarlo todo junto. Esto le da al gazpacho una consistencia casi granizada, súper apetecible.
Espero que os haya gustado la receta y os animéis a probarla. No os olvidéis de mandarme una foto si la hacéis, o de etiquetarme en vuestras redes sociales si la publicáis, para que pueda compartirla. Me hace mucha ilusión!
Besos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tu comentario, me hace mucha ilusión! Los leo todos e intento contestarlos enseguida. Besos a tod@s!