La receta de hoy es un básico perfecto tanto para disfrutar sola como para utilizar como ingrediente en otras elaboraciones. Una crema casera de nubes o marshmallows, que a mis hijas les encanta comer a cucharadas, y que es tan fácil de hacer que no volveréis a comprarla hecha.
Una de los dulces que más me llamaron la atención al principio cuando empecé con el gusanillo de la repostería, fue la crema de nubes o Fluff. Era como tener disponible en cualquier momento una suave y cremosa nube, perfecta para preparar cremas, rellenos o como os decía que prefieren las gourmets de mis hijas: para comer directamente a cucharadas.
Durante mucho tiempo la compraba para tenerla como básico de despensa, y es verdad que no viene mal tener un bote por si acaso. Pero también es cierto que, desde que descubrí que es tan, tan fácil y rápida de hacer en casa no he vuelto a comprarla. Además es sencilla de "tunear", pues se puede hacer de vainilla, como he hecho yo hoy, pero también podemos utilizar otros saborizantes, mermeladas o pastas de frutas para hacerla de distintos sabores. Por ejemplo, con pasta de fresa queda deliciosa y ni siquiera es necesario añadirle colorante adicional, pues la fresa natural le aporta color suficiente.
Crema casera de nubes o marshmallows
(Adaptada de Allrecipes. Para aproximadamente 400-450 gr. de crema)
Ingredientes:
- 1 clara de huevo a temperatura ambiente
- 180 gr. de sirope de maíz (Karo)
- 1/4 cucharadita de sal
- 110 gr. de azúcar glacé
- 2 cucharaditas (tsp.) de vainilla en pasta o extracto de vainilla de buena calidad (o el sabor que prefiráis darle)
Preparación:
- Ponemos la clara de huevo junto con la sal y el sirope de maíz en el bol de la batidora de varillas y batimos a velocidad alta hasta que la mezcla doble el volumen y haga picos.
- Bajamos al mínimo la velocidad de batido y vamos incorporando el azúcar glace a cucharadas. Continuamos batiendo hasta que esté perfectamente integrado.
- Añadimos la vainilla y batimos unos segundos más.
- Vertemos la mezcla en un bote limpio y lo guardamos en la nevera hasta que lo vayamos a utilizar. Refrigerado se puede conservar perfectamente unas 2-3 semanas.
Puedo aseguraros de que está buenísima, En casa ya no nos queda nada de este último bote, porque la mayor parte lo empleé para hacer este buenísimo fudge red velvet, y el resto se encargaron mis hijas de dar buena cuenta de ello. Estoy segura de que si probáis a hacerla una vez, repetís seguro!
Besos!
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