Ruffled Milk Pie: pastel de natillas y pasta filo. Receta muy fácil.

Esta receta de hoy ha sido todo un descubrimiento. Fácil a más no poder, crujiente y suave, con sabor a leche y a canela, este ruffled milk pie, o pastel de leche, es un postre estupendo para cuando no disponemos de mucho tiempo, porque no se tarda nada en preparar.

Lo más entretenido es enrollar la pasta filo sobre si misma, así que imaginaros la complicación del pastel en sí. Y lo buenísimo que está! En realidad es como un pastel de natillas pero con un montón de capas crujientes de pasta filo en su interior.

Además es un postre perfecto para todo el mundo, porque no es demasiado dulce y no resulta para nada empalagoso. Se puede tomar tanto templado, después de salir del horno (es como más me gusta a mí), como ya frío. 

Ruffled milk pie. Pastel de natillas y pasta filo.

(Receta adaptada de Martha Stewart)

Ingredientes:

• 90 gr. de mantequilla derretida
• 12-14 hojas de pasta filo
• 1 cucharadita de canela en polvo ( y un poco más para espolvorear)
• 720 ml. de leche entera
• 6 huevos L
• 200 gr. de azúcar
• 1 cucharadita de vainilla en pasta o extracto de vainilla de buena calidad
• Azúcar glacé para espolvorear.

Preparación:

1. Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo sin ventilador.
2. Derretimos la mantequilla al microondas, con cuidado de que no hierva. Engrasamos bien el molde con un poco de esa mantequilla y el resto lo dejamos atemperar. 
3. Extendemos las hojas de masa filo sobre la superficie de trabajo. Las vamos doblando una a una como si fuera un acordeón, y las vamos enrollando y colocando en el molde, empezando por el centro. Colocamos la primera en el centro del molde enrollada sobre sí misma y continuamos con las demás, formando como una espiral, hasta terminar cubriendo toda la superficie del mismo.
4. Pintamos bien toda la pasta filo con el resto de mantequilla derretida y espolvoreamos con la canela molida. Lo llevamos al horno unos 25-30 minutos, hasta que se dore.
5. Mientras tanto preparamos el relleno. Ponemos la leche con la vainilla en un cazo a calentar y lo retiramos justo cuando comience a hervir.
6. Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que estén bien mezclados, y le vamos añadiendo poco a poco la leche caliente, sin dejar de remover mientras lo hacemos para que no se nos cuajen. 
7. Vertemos la mezcla en el molde y volvemos a llevar al horno otros 25-30 minutos más. Transcurrido ese tiempo sacamos del horno y espolvoreamos con un poco más de canela y azúcar glacé.

Rico no: riquísimo. ¡Tenéis que probarlo y contarme si os gustó tanto como a mí!

Besos!