Hace un par de semanas desde Naranjas King tuvieron la amabilidad de mandarme una caja de deliciosas mandarinas recién recolectadas. Justo unos días antes había yo estado pensando en preparar mis propias naranjas confitadas para el roscón de Reyes de este año. Pero en cuanto ví esa caja con esas magníficas mandarinas, no me costó ni un segundo en cambiar ligeramente de planes.
En vez de confitar naranjas lógicamente esta vez me iba a tocar confitar mandarinas. El procedimiento es exactamente el mismo, por lo que si vosotros tenéis naranjas en casa en vez de mandarinas, podéis hacer la receta exactamente igual sin problemas. La única diferencia es que, en mi opinión, las mandarinas quedan más sabrosas si cabe, con aún más sabor que las naranjas. Sólo hay que tener en cuenta que, por regla general, las mandarinas, por su menor tamaño, tienen una pulpa algo más delicada que las naranjas, por lo que tendremos que tener un poco más de cuidado al manipularlas.
Otra cosa a tener en cuenta, tanto si confitáis mandarinas o naranjas, es que esta receta es muy sencilla pero lleva unos tiempos de preparación que hay que respetar, por lo que hay que comenzar a prepararla dos días antes de obtener el producto final. Es un detalle importante pues si vais a necesitar las mandarinas para una receta en concreto, tendréis que comenzar a confitarlas dos días antes.
Como vamos a utilizar las mandarinas enteras, con cáscara incluida, es importante lavarlas muy bien antes, con agua y jabón y aclararlas bien.
Como vamos a utilizar las mandarinas enteras, con cáscara incluida, es importante lavarlas muy bien antes, con agua y jabón y aclararlas bien.
Mandarinas confitadas
(Fuente: Webos Fritos)
Ingredientes:
- 6 mandarinas (si son pequeñas deberéis utilizar alguna más)
- 10 gr. de sal
- 500 gr. de azúcar
- 300 gr. de azúcar más
- 400 ml. de agua
Preparación:
- Quitamos los extremos de las mandarinas y las cortamos en rodajas de unos 5 mm. de grosor, con cuidado de no aplastarlas ni romper la pulpa. En una cazuela ponemos abundante agua fría y sal, y ponemos dentro las rodajas de mandarina. Lo llevamos al fuego hasta que comience a hervir, momento en que bajaremos el fuego y dejamos cocer unos 10 minutos (es un paso importante para conseguir que las mandarinas no amarguen) (1)
- Pasado ese tiempo, colamos las mandarinas y tiramos el agua (2). Ponemos el colador con las rodajas de mandarinas debajo del grifo con muy poco caudal (para no destrozar la pulpa) y refrescamos las rodajas. Ponemos de nuevo en la cazuela los 400 ml. de agua, los 500 gr. de azúcar y las rodajas de mandarina. Calentamos de nuevo y cuando llegue a hervir bajamos el fuego (al 3 más o menos) y dejamos cocer 10 minutos (3).
- Pasado ese tiempo, retiramos del fuego e inmediatamente cubrimos la cazuela con film transparente (4). Dejamos reposar a temperatura ambiente durante 12 horas.
- Pasado ese tiempo, añadimos 100 gr. más de azúcar y volvemos a poner al fuego. Cuando comience a hervir, volvemos a bajar el fuego y dejamos cocer a fuego bajo otros 10 minutos. Transcurrido ese tiempo, volvemos a tapar con film transparente y dejamos reposar otras 12 horas. Este proceso (añadir 100 gr. más de azúcar, cocer, tapar y dejar reposar) habrá que repetirlo otras dos veces, hasta acabar los 300 gr. de azúcar que hay que añadir.
Después de terminado todo el proceso, tenemos dos opciones: bien guardamos las mandarinas junto con su almíbar en un bote, o bien las ponemos a secar para utilizarlas ya secas. En el primer caso, dentro del almíbar y guardadas en la nevera durarán un montón de tiempo (yo las he preparado hoy hace una semana y tengo intención de utilizarlas para el roscón de Reyes dentro de un mes). Una vez secas, también guardadas en la nevera, durarán aproximadamente dos semanas. En este caso yo lo que he hecho es guardar la mayoría en su almíbar y secar sólo unas pocas para la próxima receta que voy a preparar. Para secarlas sólo tenemos que escurrirlas del almíbar, ponerlas sobre la rejilla del horno sobre la bandeja (porque seguirán soltando almíbar) y llevarlas al horno precalentado a 110º durante unos 10-15 minutos. Si os descuidáis os las comeréis como gominolas!
Como véis, le proceso, aunque un poco largo en el tiempo, es muy sencillo y no requiere nada de atención: sólo anadir azúcar, cocer, tapar y dejar reposar. Más fácil imposible, y el resultado merece la pena.
Esta semana no he podido publicar el lunes (cosas de la gripe/enfriamiento/catarro o lo que sea), y esta receta de las mandarinas confitadas se ha retrasado dos días. Sin embargo, os recomiendo que si podéis os pongáis manos a la obra en prepararla, porque mañana mismo publico de nuevo otra receta en la que las mandarinas van a tener un importante papel :) El que avisa no es traidor!
Besos y nos vemos de nuevo enseguida!
Montes
Me he tropezado con tu receta en Pinterest y se me han antojado enormemente, por ahora no es época de mandarinas así que probaré a hacerlas con naranjas, y como pregunta, tengo un árbol de kumquats que da muchísimas naranjitas, crees que me funcione con ellas pues desde luego no podría rebanarlas pues son muy chiquitas, alguna sugerencia???
ResponderEliminarUy, qué buena idea! Voy a probar cuando mi quinotero fructifique!
EliminarHola! Con naranjas se hace de la misma manera, pero nunca he probado con kumquats. Puedes probar a confitarlos pero si son pequeñitos en vez de rodajas tendrás que partirlos en mitades. Prueba y nos cuentas.
ResponderEliminarHola me encanta la receta aver yo tengo también un árbol de naranjas de esas kumquates lo único es que la cáscara es dulce y la comida es ácida como se podría hacer gracias saludos
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