Tarta fácil de piña (sin horno)

lunes, 27 de julio de 2015

Tarta de piña (sin horno)

Este fin de semana hemos estado en mi tierra, en el norte. A refrescar un poco el cuerpo y el alma, que después del largo, horrible y caluroso mes de julio que hemos sufrido aquí en Madrid ya lo necesitaba.



Tarta de piña (sin horno)


Ha sido una visita corta, un viaje exprés, sólo para llevar a mis peques a que pasen con los abuelos estos días que nos quedan hasta que a nosotros no llegue el turno de vacaciones. Espero que el tiempo sea benévolo con ellas y no les llueva demasiado, para que puedan aprovechar e ir a la playa. Pero en el norte ya se sabe... Por algo tenemos todo tan verde!


Tarta de piña (sin horno)


Y mientras ellas estarán descansando fresquitas allí con mis padres, a nosotros nos toca volver al infierno madrileño, donde el calor parece que no tiene visos de aflojar demasiado. Por ello sigo mirando al horno con temor, sin atreverme siquiera a pensar en encenderlo. Supongo que muchos de vosotros estaréis en la misma situación, por lo que la receta de hoy seguro que os gustará. Una tarta sin horno, muy, muy , muy fácil, y muy, muy muy refrescante. Además, tiene tan pocos ingredientes que os va a parecer mentira que quede tan rica.


Tarta de piña (sin horno)


Tarta de piña (sin horno)


Ingredientes:


  • 2 paquetes de bizcochos de soletilla
  • 2 botes grandes de piña en rodajas en su jugo (no en almíbar)
  • 300 ml. + 100 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.)

Preparación:

  1. Forramos el molde elegido con papel film. Yo he utilizado un molde como éste, pero podéis utilizar el que prefiráis: redondo, más bajito... Tened en cuenta sólo que tiene que tener al menos altura suficiente para que os quepan dos capas de bizcochos.
  2. Escurrimos bien las rodajas de piña, intentando que no nos quede nada de líquido. Trituramos las rodajas con la minipimer o Thermomix, hasta conseguir un puré lo más fino posible. Reservamos.
  3. Colocamos una primera capa de bizcochos (con la parte redonda hacia abajo), intentando cubrir la mayor parte de superficie del molde.
  4. Con una cuchara vamos poniendo una generosa cantidad de puré de piña sobre la capa de bizcochos, cubriéndolos por completo.
  5. Añadimos por encima del puré de piña 100 ml. nata para montar (sin montar).
  6. Colocamos sobre la nata otra capa de bizcochos, otra capa de puré de piña y otra capa de nata. Repetimos así hasta llegar al borde del molde, terminando siempre con la nata. A mí con este molde me han cabido tres capas de bizcocho.
  7. Tapamos bien con film transparente y lo llevamos a la nevera al menos unas cinco horas. Yo lo dejé toda la noche: cuanto más tiempo esté más consistencia tendrá.
  8. Antes de comsumirlo, lo desmoldamos sobre una fuente de tamaño similar. Como hemos forrado el molde con film, nos resultará muy fácil.
  9. Alrededor de la tarta colocamos más bizcochos de soletilla en vertical, cubriendo los laterales. 
  10. Montamos los restantes 100 ml. de nata, introducimos la nata montada en una manga con la boquilla que más nos guste, y decoramos la superficie de la tarta.
  11. Mantenemos refrigerado hasta el momento de consumirlo.


Tarta de piña (sin horno)


Para el molde que yo he utilizado, con las cantidades que os indico me sobró un poco de puré de piña y algunos bizcochos, así que depende del tamaño del molde que utilicéis, necesitaréis más o menos cantidad.


Tarta de piña (sin horno)

Como véis, es una tarta sorprendentemente sencilla, y sin apenas esfuerzo podemos prepararla en escasos diez minutos. Además, como debe reposar en la nevera, es ideal para tenerla preparada de un día para otro. No queda nada dulce, tiene un sabor suave y refrescante, muy jugosa gracias a la nata y al puré de piña. Tenéis que probar a hacerla y me contáis qué os pareció!

Besos!
Montes


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