De nuevo toca escribir la última entrada del año. Otro año completo que pasa, lleno de un montón de cosas (casi todas buenas) y sobre todo, de recetas. Recetas de todo tipo, la mayoría dulces, unas pocas saladas... Pero todas hechas con mucho cariño, y lo mejor de todo es que he podido compartirlas con un montón de gente.
Hace dos años publiqué para despedir el año este Sorbete de piña al cava, y el año pasado este granizado de limón especial de Año Nuevo, así que, siguiendo con la tradición, terminamos este año también con la receta de otra bebida "especial". Seguro que todos conocéis de sobra el ponche de huevo; bebida navideña por excelencia, hasta nuestras abuelas lo preparaban en ocasiones especiales o incluso como remedio casero para resfriados y malestares varios. Era muy habitual tomarlo en Nochebuena y también en vísperas de Año Nuevo. Sin embargo, la receta de ponche de hoy (eggnog, como lo conocen los anglosajones) es un poco diferente a la de nuestra abuelas, tanto en sabor como sobre todo en la textura que conseguimos al incorporarle las claras de huevo montadas.
Eggnog: ponche de huevo navideño
(Receta adaptada de esta de Meredith Steel para Jamie Oliver. Para unos 7-8 vasos)Ingredientes:
- 700 ml. de leche entera
- 240 ml.de nata (mín. 35% M.G.)
- 3 palos de canela
- 1 vaina de vainilla (abierta por la mitad y raspadas las semillas de su interior para añadirlas también) o 1 cucharadita de vainilla en pasta
- 1/2 cucharadita de nuez moscada molida (mas un poco más para espolvorear)
- 5 huevos, separadas las claras de las yemas
- 130 gr. de azúcar
- 175 ml. de ron añejo (o al gusto)
Preparación:
- En un cazo a fuego medio ponemos la leche, la nata, los palos de canela, la vainilla y la nuez moscada, y calentamos hasta que rompa a hervir. Cuando hierva retiramos del fuego, colamos la mezcla y dejamos atemperar.
- En el bol de la batidora de varillas ponemos las yemas de huevo junto con el azúcar y batimos a velocidad alta hasta que aumenten de volumen, Bajamos la velocidad y sin dejar de batir vamos incorporando poco a poco la mezcla de leche y especias. Batimos hasta que esté todo completamente integrado.
- Añadimos el licor (la cantidad indicada o al gusto, si lo queréis más potente, aunque os recomiendo primero probar antes de poner más cantidad) y batimos todo de nuevo para que se integre.
- Llevamos al frigorífico al menos 3-4 horas o (como yo) toda la noche.
- Al día siguiente, antes de servirlo, montamos las claras de huevo hasta que formen picos duros. Las incorporamos al ponche frío y removemos cuidadosamente con una espátula de goma hasta que se integren completamente.
- Servimos en vasos y espolvoreamos con un poco de nuez moscada molida.
Hay que tener en cuenta que en esta receta utilizamos yemas de huevo crudas, por lo que el consumo de esta bebida debe ser lo más inmediato posible. Podremos conservarla refrigerada un máximo de dos días, pero no es recomendable tenerla mucho más. Sin embargo no creo que os dure tanto tiempo, lo más probable es que se acabe en cuanto la preparéis!
El incorporar las claras de huevo a punto de nieve le aporta a este ponche una textura increíble, de leche merengada. Pero si preferís una bebida normal, o si no queréis esa textura, podéis saltaros ese paso y la bebida estará igual de buena.
Si vais a preparar ponche y queréis que los niños puedan tomarlo, podeis reservar parte de la mezcla antes de incorporar el licor, de esa manera todos en casa podrán disfrutar de esta bebida. En casa lo hicimos así y a mis hijas les encantó.
Si no tenéis canela en rama podéis sustituirla por una cucharadita de canela en polvo, y utilizarla de la misma manera.
Para presentar el ponche podéis poner en un plato una mezcla de azúcar y canela molida, mojar el borde de los vasos y rebozarlos en la mezcla de azúcar y canela. Es una forma fácil de decorar los vasos y además está muy bueno :)
De nuevo quiero daros las gracias por compartir un año más conmigo, por venir a visitarme de nuevo, por hacerme compañía tantos días en este blog; espero que podamos continuar así muchos años más. Espero que tengáis un 2016 lleno de felicidad y buenos momentos, y recordad: las cosas buenas de la vida nunca son cosas, así que espero que en este año que está a punto de comenzar podáis preparar muchas más recetas nuevas y compartirlas con vuestra familia, con vuestros amigos, con todas las personas que forman parte de vuestro día a día y que lo hacen un poco más especial.
Un beso para todos vosotros, y espero veros por aquí el año que viene!
Montes
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