Hacía mucho tiempo que no preparaba una tarta. Creo que la última que hice fue la tarta Guinnes para el cumpleaños de mi amiga Cristina, y eso fue allá por octubre.
Porque cuando hablo de hacer una tarta, me refiero a una tarta, tarta. Para mí, una tarta, tarta ha de ser necesariamente una tarta de capas de bizcocho con un relleno y una cobertura. Las cheesecakes, las tartas de manzana y demás tartas no entran en la categoría de lo que yo llamo tarta, tarta. Podría quizás encuadrarlas en pasteles dulces, en el mejor de los casos...
Por eso, cuando llega un cumpleaños siento que por fin ha llegado el momento de volver a ponerme a hacer una tarta, tarta. Realmente disfruto preparando el bizcocho, cortando las capas, rellenándolo y recubiréndolo. Sin embargo, no es algo que pueda hacer habitualmente, pues una tarta de este tamaño es mucho más difícil de "colocar" que otros postres de menores dimensiones. Si llamas a la puerta del vecino, por ejemplo, con un par de vasitos de mousse, es mucho más probable que te abran la puerta que si te ven con una tarta más grande que tu cabeza...
Por lo tanto, tengo que esperar que llegue un cumpleaños de algún amigo o familiar para darme el gustazo. En este caso se trataba del cumpleaños de mi suegra, e íbamos a comer todos a su casa. Por supuesto, mi cometido era llevar el postre, y como en ocasiones anteriores los postres de limón habían tenido éxito entre mi familia política, decidí preparar esta deliciosa layer cake de limón con semillas de amapola y una suave crema de queso.
Layer cake de limón y semillas de amapola
(Adaptado de Always with butter. Para una tarta de 15 cm. de diámetro)Ingredientes para el bizcocho:
- 195 gr. de harina
- 200 gr. de azúcar
- 2 cucharaditas (tsp.) de levadura en polvo
- 1 pizca de sal
- 2 cucharadas (Tbsp.) de semillas de amapola
- 115 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- Ralladura de un limón mediano
- 150 ml. de buttermilk (o 150 ml. de leche con un chorrito de vinagre o limón)
- 3 claras de huevo (yo he utilizado pasteurizadas)
Almíbar para calar el bizcocho:
- 80 ml. de agua
- Zumo de un limón
- 60 gr. de azúcar
Crema de queso de relleno y cobertura:
- 400 ml. de nata para montar (mín. 35% M.G.)
- 3 cucharadas de azúcar
- 250 gr. de queso para untar, tipo Philadelphia
Preparación:
- Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, sin ventilador.
- Engrasamos y forramos con papel de hornear un molde alto de 15 cm.
- Tamizamos la harina junto con la levadura. Reservamos.
- Si no tenemos buttermilk, lo preparamos casero: ponemos la leche en un vaso y añadimos un chorrito de vinagre o limón. Dejamos reposar.
- Ponemos la mantequilla junto con el azúcar en el bol de la batidora, y batimos hasta que esté cremoso.Añadimos las claras de huevo, y batimos a velocidad alta hasta que aumente de volumen.
- Añadimos las semillas de amapola y la ralladura de limón. Batimos hasta integrar.
- Incorporamos el buttermilk y batimos.
- Por último, añadimos la mezcla de harina y levadura, y la sal, y batimos a velocidad baja lo justo para que se integre. Terminamos de mezclar con una espátula de goma.
- Vertemos la mezcla en el molde, y horneamos durante aproximadamente 60-70 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.
- Sacamos del horno, dejamos atemperar cinco minutos dentro del molde, luego desmoldamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
- Mientras, preparamos el almíbar: en un cazo ponemos el agua, el azúcar y el zumo de limón. Llevamos a ebullición, removiendo, hasta que reduzca ligeramente y tenga una consistencia más espesa.
- Para preparar la crema, ponemos la nata , muy fría, junto con el azúcar, en el bol de la batidora, y batimos a velocidad alta. Justo antes de que esté montada del todo, añadimos el queso, también frío, y terminamos de montar.
- Para cortar el bizcocho es mejor que esté completamente frío y, a poder ser, reposado (yo normalmente hago el bizcocho el día anterior), porque de esa manera la miga estará más asentada y no se desmigará al cortarlo. Cortamos el bizcocho en capas con ayuda de una lira si la tenemos, o con un cuchillo intentando que queden iguales. Empapamos bien cada capa de bizcocho con el almíbar, y rellenamos con una capa de crema. Repetimos hasta completar todas las capas, y terminamos cubriendo la tarta, primero con una primera capa fina de crema "tapamigas", y luego por último con otra capa de crema, más gruesa, que intentaremos dejar lo más lisa posible con ayuda de una espátula recta o un scraper. Si queremos, podemos terminar decorando la tarta con algunos sprinkles de colores (yo los he puesto de color verde).
Esta es la única foto que tengo del corte... Disculpad la mala calidad, pero casi no me da tiempo ni a sacar ésta! |
El resultado es una tarta suave, muy jugosa. La combinación del bizcocho cítrico con la crema de queso, que no es muy dulce, para mi gusto es exquisita. Os animo a probarla y a que me contéis qué os pareció.
Besos!
Montes
P.D. Con esta receta participo en el 1º Aniversario del Reto de Cocineros del Mundo
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